El crimen de Andrés “Pillín” Bracamonte salpicó para todos lados, algunos de ellos muy lejanos a la esquina de Ibarlucea del Valle y Avellaneda, sitio donde el histórico líder de la barra brava de Rosario Central vivió sus últimos minutos de vida antes de ser acribillado de cinco balazos por al menos dos personas. Tras el asesinato, las investigaciones derivaron en un allanamiento en la Comisaría 9ª, jurisdicción correspondiente al hecho, conducida por Débora Savani, hermana de Maximiliano, parte de Los Guerreros, la hinchada acéfala que dejó Bracamonte. Pero la historia no quedó allí, ya que se relacionó a estos dos con Nicolás Esteban Savani, asesinado hace más de 10 años en un hecho que aún hoy sigue en los pasillos de la Justicia. Sin embargo, la familia de Nicolas denuncia que nada tiene que ver y la coincidencia de los apellidos es otra triste casualidad que deben atravesar mientras luchan para que no se cierre la causa.
Mauricio Savani, hermano de Nicolás, habló con CLG en las inmediaciones del Centro de Justicia Penal, rodeado de allegados y de una bandera con la cara de la víctima del 12 de abril de 2014 en el Sindicato de Camioneros en Pérez, un hecho que denuncia no tener justicia. “A raíz de una nota que sacó uno de los medios más importantes de la ciudad, donde se anexa a mi hermano con la oficial que está investigada por el caso de Bracamonte, venimos a aclarar que no tenemos ningún vínculo con esa familia ni con la policía, solamente tenemos el mismo apellido”, dijo compungido.
Los últimos diez años de la familia de Nicolás Savani fue de lucha por esclarecer y lograr que los culpables cumplan su pena tras las rejas. “Fuimos emboscados… cuando quisimos escapar de los disparos a mi hermano le pegan en la nuca y luego en la nalga, perforándole todos los órganos del cuerpo”, recordó de aquel fatídico día, Mauricio. Luego de una década, con presentaciones ante distintos estamentos de la Justicia, la familia va por una auditoría “antes de que me cierren el caso a fin de año”.
“En este lugar simbólico edificio donde se ejerce la justicia, quieren hacer un trato de las dos partes imputadas quedando libres y sacando a mi familia de lado”, reclamó Mauricio.
Por el crimen de Nicolás hay seis imputados, que pasaron un tiempo detenidos, pero fueron liberados bajo fianza. Este grupo, más otro que no cayó preso, se dividió en dos defensas que están a punto de llegar a un acuerdo con la Fiscalía.
Ni derrotados, ni rendidos, así se definen los Savani, pero “estamos muy cansados, son diez años ya”, retrató Mauricio, el portavoz de una familia rota.
Mauricio apuntó contra el abandono por parte del fiscal Adrián Spelta, la falta de respuestas o explicaciones de la Justicia y el corrimiento de la familia en la causa. “Para el fiscal ellos son los culpables, entonces nosotros queremos que se haga justicia”, concluyó.
La familia Savani presentará un pedido de auditoría para que los criminales de Nicolás vayan presos, antes que su expediente duerma en un cajón del edificio de Sarmiento y Rueda.