El ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, remarcó hoy que con la reforma política el gobierno busca «introducir tecnología» en el sistema electoral y aclaró que la iniciativa «no está casada con una metodología específica» en referencia a la Boleta Única Electrónica (BUE).
«Nosotros lo que queremos es introducir la tecnología, pero no estamos casados con un determinado sistema tecnológico. Sí creemos que hay que cambiar el sistema electoral porque es necesario transparentar la democracia», afirmó el ministro esta mañana en declaraciones a Radio Nacional.
En el mismo sentido, el funcionario nacional apuntó que para modificar el sistema electoral hay disposición a «debatir y dialogar a fin de ver cómo se hace» tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.
«En su momento propusimos un proyecto que implicaba una reforma política integral que tuvo que ver con el acceso a la información pública, y hasta con el financiamiento de la política», detalló.
Frigerio puntualizó que «en el capítulo electoral tuvimos una media sanción en Diputados y se frenó en el Senado pero esto no implica que no se pueda continuar el debate, incluso si tiene que volver a Diputados».
Para el funcionario, lo «principal» es la introducción tecnológica y la propuesta oficial «permitiría al Poder Ejecutivo, cada cuatro años, proponer la forma de votación que, por supuesto, luego tendrá que estar avalada por la Cámara Nacional Electoral».
El ministro del Interior consideró que se trata de un tema «muy trascendente» para la sociedad y que a la fecha la boleta electrónica en particular «está funcionando con mucho éxito en seis provincias».
No obstante, se mostró «flexible» a la utilización de cualquier otro sistema «que sea avalado por la Justicia electoral» ya que «la tecnología cambia permanentemente», concluyó.
A principios de este mes el ministro había adelantado que el Gobierno insistirá en el tratamiento en el Senado a fin de que se vote la reforma política, que incluye a la boleta única electrónica, al tiempo que había sostenido que otra alternativa sería «discutir algunos puntos y llegar a nuevos consensos» en ambas cámaras.