El papa Francisco hará este fin de semana su tercer viaje a África como pontífice para una visita de dos días a Marruecos, durante la que se centrará en el encuentro con migrantes y representantes del mundo musulmán.
«Voy como peregrino de la paz y de la fraternidad, en un mundo que tiene tanta necesidad de ellas», anunció el pontífice en un videomensaje divulgado antes de su vigésimo octavo viaje internacional, el primero a Marruecos, que lo llevará al continente africano casi dos años después de su peregrinación a Egipto en abril de 2017.
Marruecos, donde el 99% de la población es musulmana, continuará así la serie de países con mayoría islámica que visitó Francisco, quien ya estuvo en Turquía; Bosnia-Herzegovina; Jordania y los territorios palestinos; en Azerbaiyán; Egipto y en febrero pasado en los Emiratos Árabes Unidos. Además, el Pontífice indicó que este viaje le ofrecerá «la preciosa posibilidad de visitar la comunidad cristiana que está presente en Marruecos y de animarla en su camino», y de encontrar a los migrantes «que representan una llamada para construir juntos un mundo más justo y solidario».
Según dijo a Télam el portavoz papal Alessandro Gisotti, en Marruecos, sobre una población de aproximadamente 35 millones de personas, hay unos 23.000 católicos, para quienes el Papa celebrará misa el domingo 31 en Rabat. A bordo del tradicional avión de Alitalia, el Pontífice despegará mañana del aeropuerto romano de Fiumicino a las 10.45 locales (6.45 de Argentina), para aterrizar en Rabat tres horas después.
En suelo africano, Jorge Bergoglio aprovechará su primer día para visitar al rey Mohammed VI en el Palacio Real; y luego tener un encuentro con el pueblo marroquí, las autoridades y el cuerpo diplomático. Por la tarde, en una jornada marcada por el diálogo interreligioso con el islam, se trasladará al Mausoleo Mohammed V, y al Instituto Mohammed VI, donde actualmente estudian 778 imanes de varios países. Será «la primera vez que un Papa asista a un instituto de formación para imanes», dijo Gisotti.
Por la noche, en otro de los ejes del viaje, Bergoglio tendrá un encuentro con inmigrantes, que componen la mayoría de la presencia católica, en la sede diocesana de Caritas. «Muchos subsaharianos van a Marruecos porque encuentran cerradas otras rutas de paso» hacia Europa, describió Gisotti.
Otro de los momentos simbólicos de la visita será el rezo del Ángelus en la catedral de San Pedro de Rabat, uno de los templos más antiguos de Marruecos, el mediodía del domingo, en un acto al que han sido invitados representantes de las demás confesiones cristianas de Marruecos, como protestantes, anglicanos y ortodoxos.
Antes de regresar a Roma tras las 27 horas que tiene previstas en suelo africano, Francisco también se encontrará con sacerdotes, religiosos, personas consagradas y el Consejo Ecuménico de Iglesias en la Catedral de Rabat antes de celebrar la misa final, para la que los obispos locales calcularon que se prevén unas 10.000 personas. Tras su visita a Marruecos, Francisco volverá a África dentro de menos de seis meses para visitar Mozambique, Madagascar y Mauricio del 4 al 10 de septiembre, anunció esta semana el Vaticano. Antes, estuvo en Egipto (2017) y Uganda, Kenia y República Centroafricana (2015).