Si bien no irá a París, el Papa sí se reunirá con el presidente francés Emmanuel Macron, con el que tendrá un encuentro privado el sábado
Por Hernán Reyes Alcaide, corresponsal – Télam
El papa Francisco iniciará mañana una visita de dos días a Marsella, en el sur de Francia, desde la que pedirá a Europa una política migratoria común frente a la llegada de personas por la vía del Mediterráneo.
El pontífice estará poco más de un día en la ciudad portuaria con una agenda centrada en su participación en la reunión de jóvenes y obispos de la región conocida como «Encuentros Mediterráneos», en la que se debatirán nuevas formas de gestión a una crisis migratoria que en los últimos días ha provocado un pico de arribos a lugares como la isla italiana de Lampedusa.
El Papa, adelantaron fuentes vaticanas, reforzará en esa línea su apoyo a la idea expresada esta semana por la premier italiana, Giorgia Meloni, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de una «respuesta común» del bloque al tema migratorio, frente al rechazo francés a la recepción de personas.
El pontífice partirá desde el aeropuerto Fiumicino de Roma a las 14.35 horas de Italia (9.35 de Argentina) en un vuelo de Ita Airways, en el que estará acompañado por un enviado de Télam, entre otros medios.
Mañana, tras llegar al aeropuerto local y reunirse con el clero marsellés, hará un homenaje a los inmigrantes muertos en el Mediterráneo a las 18.45 horas de Marsella (13.45 de Argentina) durante el que escuchará la historia de una persona que llegó a través del Mare Nostrum, el nombre dado por los romanos al mar que baña costas de Europa, África y Asia, y depositará una ofrenda floral a los pies del Monumento a los Héroes y a las Víctimas del Mar.
Esta semana, el Papa calificó a los «Encuentros Mediterráneos» como «una hermosa iniciativa que se desarrolla en importantes ciudades mediterráneas, reuniendo a líderes eclesiales y civiles para promover caminos de paz, colaboración e integración en torno al Mare Nostrum, con especial atención al fenómeno migratorio».
El de mañana será el viaje 44 de Jorge Bergoglio como pontífice, aunque el vocero papal Matteo Bruni aclaró en una presentación a la prensa esta semana que se trata «de una visita a Marsella y no a Francia», tal como ocurrió en 2014 durante la ida del pontífice a Estrasburgo para hablar en el Parlamento Europeo.
De todos modos, si bien no irá a la capital París, el Papa sí se reunirá con el presidente francés Emmanuel Macron en Marsella, con el que tendrá un encuentro privado el sábado, la cuarta reunión bilateral desde la asunción del mandatario en 2017
La visita se da en un marco de tensiones continentales por la masiva llegada de personas por la vía marítima a la isla italiana de Lampedusa y el reclamo de Roma de una respuesta europea al problema.
Mientras tanto, Italia y Francia renovaron las tensiones en la zona fronteriza de Ventimiglia por el cierre masivo dispuesto por París al libre tránsito de migrantes por esa zona, lo que Roma denuncia como una violación de los acuerdos continentales.
Esta semana, el sitio de noticias oficiales del Vaticano pareció respaldar la postura de Meloni contra Macron al publicar que «continúan los desembarcos en Lampedusa. Francia bloquea las fronteras», en un artículo en el que lamenta que «el Ministro del Interior de París, Gérald Darmanin, hizo saber que Francia no tiene intención de acoger a nuevos inmigrantes procedentes de Lampedusa».
El sábado, antes de la reunión con Macron, Francisco dará el discurso más fuerte de los cuatro previstos cuando hable en los «Encuentros Mediterráneos» frente a un público compuesto por representantes católicos y de otros credos, anunció Bruni.
Otro de los temas que formarán parte de los discursos papales será el medio ambiente, planteó Bruni, en el marco de la próxima publicación el 4 de octubre de una nueva exhortación apostólica de Francisco sobre el tema, luego de la encíclica de 2015 ‘Laudato si’.
Jorge Bergoglio, de 86 años, regresará a Roma el sábado luego de despedirse de Marsella con una misa en el Velódromo local en la que se espera también la presencia de Macron pese a las críticas que recibió el presidente francés de sectores que consideran que su presencia no corresponde con el espíritu laico del país.
Como marco de las relaciones bilaterales entre Francia y el Vaticano, Macron decidió posponer una semana la presentación de un proyecto sobre eutanasia que iba a ser presentado hoy, al tanto del rechazo de la Santa Sede a las legislaciones que favorezcan el suicido asistido y otras prácticas similares.
Más allá de la inmigración, tema central de la visita, en el trasfondo de este viaje sigue estando la guerra, no sólo la de Ucrania, una situación que «crea dolor para el Papa y no se excluye una referencia en sus discursos», planteó Bruni.