El Papa Francisco pidió hoy «respetar la historia y las culturas» de los pueblos amazónicos y criticó que «se usen las ideologías para interpretar» a una comunidad, al abrir las intervenciones del Sínodo de Obispos dedicado a la Amazonia, que se desarrolla en el Vaticano hasta el 27 de octubre.
«No hemos venido aquí a inventar programas de desarrollo social o de custodia de culturas, de tipo museo, o de acciones pastorales con el mismo estilo no contemplativo con el que se están llevando adelante las acciones de signo contrario», planteó el pontífice al inaugurar las sesiones de trabajo de la cumbre que reúne a 283 participantes del mundo bajo el lema «Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral».
«Nos acercamos a los pueblos amazónicos en puntas de pie, respetando su historia, sus culturas, su estilo del buen vivir, en el sentido etimológico de la palabra y no en el sentido social que tantas veces le damos», agregó Jorge Bergoglio a los participantes, entre ellos el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, y el ex secretario de Naciones Unidas Ban Ki Moon.
Y continuó: «Porque los pueblos poseen entidad propia, poseen una sabiduría propia, conciencia de sí. Los pueblos tienen un sentir, una manera de ver la realidad, una hermética, y tienden a ser protagonistas de su propia historia».
«Nos acercamos ajenos a colonizaciones ideológicas que destruyen o reducen la idiosincrasia de los pueblos. Y nos acercamos sin el afán empresarial de hacerles programas pre-confeccionados de disciplinar, entre comillas, a los pueblos amazónicos, disciplinar su historia, su cultura, eso no, ese afán de domesticar los pueblos originarios», agregó el Papa en un discurso improvisado en el Aula Nueva del Sínodo.
Entre los participantes, el Sínodo amazónico reúne un máximo histórico para este tipo de eventos de 35 mujeres, entre religiosas y laicas, que se sumarán a los obispos, cardenales y representantes de los pueblos originarios de la región.
A todos ellos Francisco recordó hoy que «las ideologías son un arma peligrosa», y lamentó que «siempre tendemos a utilizar una ideología para interpretar un pueblo».
«Las ideologías son reductivas y nos llevan a la exageración en nuestra pretensión de comprender intelectualmente, pero sin aceptar, sin admirar, comprender sin asumir», criticó el Papa.
«Entonces se recibe la realidad en categorías, las más comunes son las categorías de ‘ismos’, entonces cuando tenemos que acercarnos a la realidad de algún pueblo originario hablamos de ‘indigenismos’, y cuando queremos darle alguna pista de salida a su vivir mejor, no le preguntamos, hablamos de ‘desarrollismo’. Estos ‘ismos’ reformulan la vida desde el laboratorio ilustrado e iluminista», denunció.
Durante su intervención, el pontífice recordó además parte de la historia argentina e hizo referencia al lema «Civilización o barbarie», que «sirvió para dividir, aniquilar y llegó al culmen hacia fines de los años 80».
«Es el desprecio de los pueblos y a eso voy, a la experiencia de mi tierra, eso, civilización y barbarie, que sirvió para aniquilar, todavía sigue en mi patria, con palabras ofensivas y entonces se habla de civilización de segundo grado, los que vienen de la barbarie y hoy son los bolitas, los paraguas, los cabecita negra. Siempre ese alejarnos de la realidad de un pueblo calificándolo y poniendo distancias», criticó.