"El Papa no puede dejar de poner a los pobres en el centro", afirmó durante un encuentro sobre los diez años de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium. También destacó la necesidad de un "cambio profundo de mentalidades y estructuras"
El papa Francisco pidió este viernes «resistencia frente a un sistema que mata, excluye» y «resolver radicalmente los problemas de los pobres», al enviar un mensaje a los participantes de un encuentro sobre los diez años de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano.
«El anuncio del Evangelio en el mundo actual sigue requiriendo de nosotros una resistencia profética contracultural ante el individualismo hedonista pagano como la de los Padres de la Iglesia», sostuvo el pontífice en el mensaje enviado este viernes al encuentro en el que participó, entre otros, el argentino Juan Grabois, miembro del considerado «ministerio social» de la Santa Sede.
En su mensaje, el Papa reclamó «resistencia frente a un sistema que mata, excluye, destruye la dignidad humana».
«Resistencia frente a una mentalidad que aísla, aliena, clausura la vida interior a los propios intereses, nos aleja del prójimo, nos aleja de Dios», agregó en la carta que mandó a los participantes, entre los que estuvo también el prefecto del Dicasterio, el cardenal Michael Czerny .
En su mensaje, Francisco agregó que «el Papa no puede dejar de poner a los pobres en el centro»:
«No es política, no es sociología, no es ideología, es pura y simplemente la exigencia del Evangelio», planteó.
«En Evangelii Gaudium, sin pretender el monopolio de la interpretación de la realidad social, planteé que para resolver radicalmente los problemas de los pobres, condición necesaria para resolver cualquier problema pues la inequidad es raíz de los males sociales, necesitábamos un cambio profundo de mentalidades y estructuras», sostuvo sobre el escrito de 2013.
Para Francisco, «si no logramos este cambio de mentalidad y estructuras, estamos condenados a ver cómo se profundiza la crisis climáticas, sanitaria, migratoria y muy particularmente la violencia y las guerras, poniendo en riesgo al conjunto de la familia humana, pobres y no pobres, integrados y excluidos».
En definitiva, según el pontífice, «las crisis climáticas, sanitaria y migratorias encuentran la misma raíz en la inequidad en este economía que mata, descarta y destruye la hermana madre tierra, en la mentalidad egoísta que la sostiene».