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Francisco ordena que cardenales y obispos paguen por los departamentos donde viven en Vaticano


En marzo de 2021, a raíz del déficit en el balance de la Santa Sede de los últimos años, "agravado" por la pandemia de coronavirus, Francisco había dispuesto un recorte de sueldos en la Curia romana que llega al 10% en el caso de los cardenales

El papa Francisco dispuso que cardenales y obispos paguen por los departamentos donde viven en Vaticano, al establecer que ningún dirigente de la Curia podrá tener un inmueble de la Santa Sede «a título gratuito o en condiciones particularmente favorables».

Con un «Rescriptum» de alto valor simbólico en el que pide que «todos hagan un sacrificio extraordinario para destinar mayores recursos a la misión de la Santa Sede», el pontífice resolvió que «cardenales, jefes de dicasterio, presidentes, secretarios, subsecretarios, dirigentes y equiparables, incluidos los Auditores, y sus equivalentes, del Tribunal de la Rota Romana» empiecen a pagar de su bolsillo las viviendas que ocupan, en algunos casos grandes palacios vaticanos.

La norma, a la que accedió Télam, alcanza a «los inmuebles propiedad de las Instituciones y Entidades curiales que se refieren a la Santa Sede».

En marzo de 2021, a raíz del déficit en el balance de la Santa Sede de los últimos años, «agravado» por la pandemia de coronavirus, Francisco había dispuesto un recorte de sueldos en la Curia romana que llega al 10% en el caso de los cardenales.

Según una Carta Apostólica en forma de «Motu Proprio», o decreto pontificio, el Papa redujo entonces 10% el salario de los cardenales, el 8% el de los cargos superiores de la Curia y un 3% el de religiosos y eclesiásticos con funciones no dirigenciales.

Con el nuevo decreto, Francisco busca ahora que «todos hagan un sacrificio extraordinario para destinar mayores recursos a la misión de la Santa Sede, aumentando también los ingresos procedentes de la gestión de los bienes inmuebles», según se informó.

Con el nuevo escrito, se prescribe la aplicación de rentas por uso de inmuebles análogas a las de Italia para quienes no trabajan ni prestan servicio a la Santa Sede o al Estado de la Ciudad del Vaticano, al tiempo que el Papa se reserva para sí cualquier excepción a las nuevas normas.

La nueva disposición «no tiene ningún efecto sobre las facilidades ya concedidas en la fecha de su entrada en vigor y, por lo tanto, los contratos ya estipulados antes de la entrada en vigor de la presente disposición continuarán hasta su vencimiento natural, pero podrán ser prorrogados o renovados sólo de acuerdo con las disposiciones anteriores», agrega el texto.

La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), la oficina que gestiona los bienes muebles e inmuebles de la Santa Sede conocida como la «inmobiliaria del Vaticano», alcanzó en 2021 un patrimonio neto de casi 1.000 millones de euros, con más de 4.000 propiedades en Italia y cerca de 1.100 en el extranjero.

La oficina que gestiona los bienes muebles e inmuebles de la Santa Sede informó el año pasado que gestiona con alquileres u otro tipo de formatos 4.086 propiedades de forma directa y otras 147 a través de sociedades en Italia y 1.123 propiedades entre Inglaterra, Suiza y Francia bajo gestión de firmas creadas a inicios del siglo XX.

La gestión inmobiliaria de los inmuebles le dio beneficios a la Santa Sede por casi 21 millones de euros en 2021, un aumento de 5,5 millones frente al año anterior, para un balance positivo que, incluyendo también los bienes muebles, alcanza los 38 millones de euros de superávit, según el último balance.