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Francisco habilita a las monjas de clausura a usar redes sociales «con prudencia»


El papa Francisco reglamentó la normativa que habilita a las monjas de clausura a usar medios de comunicación de todo tipo, incluyendo las redes sociales, «con prudente discernimiento». 

«El uso de los medios de comunicación, por razones de información, de formación o de trabajo, se puede permitir en el monasterio, con prudente discernimiento, para utilidad común», apuntó en la reglamentación del documento papal de 2016 «La búsqueda del rostro de Dios», que publicó hoy el Vaticano. 

Asimismo, Francisco convocó a las monjas de clausura a «escoger» las noticias que consideren «esenciales» sobre la Iglesia. 

Los medios de comunicación «se deben usar con sobriedad y criterio, no sólo respecto a los contenidos sino también a la cantidad de información y al tipo de comunicación», apunta la reglamentación que Francisco había aprobado el 25 de marzo pasado. 

El documento «La búsqueda de Dios» alude genéricamente a los medios de comunicación sin hacer referencia directa a redes sociales o aplicaciones de mensajería. 

La «instrucción aplicativa» dada a conocer este martes con el título de «Cor Orans» reglamenta el escrito destinado a las monjas de clausura de todo el mundo «sobre la vida contemplativa femenina». 

El uso de medios de comunicación de todo tipo, había escrito Francisco en su texto de 2016, puede hacerse «según las disposiciones del capítulo Conventual contenidas en el proyecto comunitario de vida». 

La reglamentación difundida hoy, que consta de 289 puntos,»quiere aclarar las disposiciones de la ley, desarrollando y determinando los procedimientos para ejecutarla», según expresa en su introducción. 

Francisco agregó ahora que «las monjas procuran tener la debida información sobre la Iglesia y el mundo, no con multitud de noticias, sino sabiendo escoger las que son esenciales a la luz de Dios». 

En su escrito de hace dos años, el pontífice había instado a que los medios «no sean ocasión para la distracción y la evasión de la vida fraterna en comunidad, ni sean nocivos para vuestra vocación o se conviertan en obstáculo para vuestra vida enteramente dedicada a la contemplación».