"Los creyentes han entendido que la diversidad de religiones no justifica la indiferencia o la enemistad", planteó el papa Francisco este martes
El papa Francisco convocó hoy a las religiones a «no resignarse nunca a la guerra», al encabezar un encuentro interreligioso en Roma en el que planteó que «ningún grupo social puede por sí solo lograr la paz, el bien, la seguridad y la felicidad».
«Mirando hacia atrás, aunque lamentablemente nos encontramos en los últimos años con acontecimientos dolorosos, como conflictos, terrorismo o radicalismo, a veces en nombre de la religión, debemos reconocer los pasos fructuosos en el diálogo entre las religiones», destacó el pontífice el encabezar la 34ª edición de la «Oración por la Paz» promovida por la Comunidad San Egidio.
«Los creyentes han entendido que la diversidad de religiones no justifica la indiferencia o la enemistad», planteó Jorge Bergoglio durante el evento de este martes frente a la sede del Gobierno comunal de Roma, en la denominada colina capitolina y acompañado, entre otros, por el presidente italiano Sergio Mattarella.
Junto a Francisco, también participaron del acto interreligioso el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I; el rabino jefe de Francia, Haim Korsia; el secretario general del Comité Superior de la Fraternidad Humana (islam), Mohamed Abdelsalam Abdellatif, y el budista Shoten Minegishi.
«En efecto, partiendo de la fe religiosa, uno puede convertirse en artesano de la paz y no en espectador inerte del mal de la guerra y del odio. Las religiones están al servicio de la paz y la fraternidad», destacó el Papa en esa dirección, en la primera vez que se mostró con barbijo fuera del Vaticano.
«Por eso, el presente encuentro también impulsa a los líderes religiosos y a todos los creyentes a rezar con insistencia por la paz, a no resignarse nunca a la guerra, a actuar con la fuerza apacible de la fe para poner fin a los conflictos», convocó en el encuentro titulado «Nadie se salva solo», en referencia a la frase del Papa durante su rezo en Plaza San Pedro en marzo pasado para pedir el fin de la pandemia.
Según planteó Francisco en el encuentro organizado por la comunidad católica que trabaja con refugiados y sin techo en más de 70 países, «la paz es la prioridad de cualquier política».
«¿Cómo salir de conflictos estancados y gangrenosos? ¿Cómo desatar los nudos enredados de tantas luchas armadas? ¿Cómo prevenir conflictos? ¿Cómo pacificar a los señores de la guerra o a los que confían en la fuerza de las armas?», se preguntó el Papa.
«Ningún pueblo, ningún grupo social puede por sí solo lograr la paz, el bien, la seguridad y la felicidad. Ninguno», afirmó luego, durante el encuentro del que también participó, a través de videomensaje, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Luego de los discursos, los líderes religiosos pidieron «a los gobernantes que rechacen el lenguaje de la división, que está sostenida frecuentemente por sentimientos de miedo y de desconfianza, y para que no se emprendan caminos de vuelta atrás».
«Miremos juntos a las víctimas. Hay muchos, demasiados conflictos todavía abiertos», plantearon en un documento conjunto antes de encender una vela por la paz y dedicar un minuto de silencio a las víctimas de las guerras y de la pandemia.