Será el primer jefe de Estado galo en enfrentar un proceso legal por corrupción. El ex mandatario conservador está acusado de tratar de favorecer en 2014 a un juez para obtener a cambio información secreta sobre una causa abierta en su contra
Será el primer jefe de Estado galo en enfrentar un proceso legal por corrupción. El ex mandatario conservador está acusado de tratar de favorecer en 2014 a un juez para obtener a cambio información secreta sobre una causa abierta en su contra
La justicia francesa anunció hoy que juzgará en octubre próximo por un caso de tráfico de influencias al ex presidente francés Nicolás Sarkozy, quien se convertirá así en el primer jefe de Estado galo en enfrentar un proceso legal por corrupción.
El juicio tendrá lugar entre el 5 y el 22 de octubre próximos en la capital francesa, informó hoy el Tribunal Correccional de París, el encargado de juzgar los delitos penales en primera instancia.
El ex mandatario conservador está acusado de tratar de favorecer en 2014 a un juez para obtener a cambio información secreta sobre una causa abierta en su contra.
Su entonces abogado contactó al magistrado del Tribunal Correccional Gilbert Azibert y le prometió ayuda para conseguir un puesto en Mónaco.
A cambio, Azibert debía darle detalles de la instrucción judicial por la presunta financiación ilegal de su campaña electoral de 2012 con dinero de la multimillonaria heredera de L’Oreal Lilian Bettencourt.
Pero el trato nunca llegó a concretarse porque la justicia se enteró de la connivencia por tener pinchados los teléfonos de Sarkozy y de su letrado, en el marco de la instrucción de otra causa por la posible financiación ilícita de su campaña en 2007 con dinero del régimen libio de Muammar Kaddafi.
Tanto su abogado como Azibert serán también juzgados por «violación del secreto profesional».
Retirado de la vida política tras su derrota en las primarias de la derecha en 2016, Sarkozy debe además enfrentar otro juicio -aún sin fecha- por las cuentas de su campaña presidencial de 2012, en el llamado caso Bygmalion.
Entonces, el ex presidente superó el límite máximo de gastos y, según la acusación, recibió financiación disimulada a través de una empresa de organización de eventos.
El político conservador está, asimismo, inculpado por la financiación de su campaña de 2007 con dinero libio, investigado por el pago de una indemnización multimillonaria al empresario Bernard Tapie, por dos casos de comisiones ilícitas en ventas de armamento y por el encargo sin concurso previo de sondeos cuando estaba en el Elíseo.
El hombre que presidió Francia entre 2007 y 2012 fue absuelto de otras acusaciones, como en el denominado caso Bettencourt, por la supuesta financiación de su campaña de 2012 con plata de la heredera de L’Oréal.