Las autoridades francesas lanzaron este miércoles llamados a la calma tras los disturbios que se registraron durante la noche en la ciudad de Nantes (oeste) en protesta por la muerte de un joven a manos de la policía durante un control.
«Hago un llamado a la calma», declaró el miércoles la ministra de la Justicia, Nicole Belloubet, quien prometió que se «esclarecerán» los hechos.
Los disturbios se desataron en la noche en tres barrios de Nantes, donde jóvenes armados con cócteles molotov quemaron varios vehículos e incendiaron parcialmente un centro comercial tras la muerte de un joven de 22 años que fue abatido por un policía durante un control de su vehículo tras una infracción.
«El conductor, que parecía querer salir de su vehículo, golpeó a un funcionario de la policía» que resultó levemente herido en las rodillas, aseguró el director departamental de la policía, Jean-Christophe Bertrand. «Uno de sus colegas abrió fuego y alcanzó al joven, que desgraciadamente murió», añadió el funcionario.
El hombre, que recibió el impacto de una bala en la carótida, falleció al llegar al hospital, según fuentes policiales.
El miércoles, el fiscal de Nantes Pierre Sennès, dijo a la AFP que el joven tenía pendiente desde junio 2017 una orden de arresto por robo.
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– «La gente corría por todos lados» -.
El ministro francés del Interior, Gérard Collomb, condenó «con la máxima firmeza» los disturbios. «Se han movilizado todos los recursos necesarios para apaciguar la situación y evitar nuevos incidentes», declaró Collomb tras entrevistarse con la alcaldesa de Nantes, Johanna Rolland, según un comunicado.
«Corresponde a la justicia, y únicamente a la justicia, aclarar las circunstancias de la muerte del automovilista», añadió el ministro.
La Inspección General de la Policía Nacional (IGPN) y las autoridades judiciales han abierto una investigación para determinar porqué el policía recurrió a su arma.
Las fuerzas del orden aseguran que el agente disparó en legítima defensa, una versión desmentida por habitantes del barrio de Breil, donde se produjeron los hechos.
La relación entre la policía y los jóvenes en los suburbios pobres de Francia, habitados en su mayoría por inmigrantes o descendientes de estos, es difícil, en particular desde que en 2005 dos adolescentes murieran electrocutados cuando escapaban de la policía, lo que provocó una ola de disturbios en todo el país.
La presunta violación de un joven negro con una porra en un suburbio de París el año pasado desató también choques con la policía.
Breil, el barrio de Nantes donde el joven fue abatido a tiros el martes por la noche, es un distrito socialmente mixto, con una historia de violencia de pandillas.
La policía aumentó su presencia en la zona luego de una serie de incidentes violentos el 28 de junio. Malakoff y Dervallieres, los otros barrios afectados por disturbios del martes, han estado plagados con problemas de drogas y pobreza durante años.
Un habitante del barrio, Steven, de 24 años, declaró a una periodista de la AFP que había «oído detonaciones». «Tardé una media hora en bajar. Veía fuego por todas partes, la gente corría por todos lados. Había papeleras, vehículos en llamas. Estaban rompiéndolo todo. Duró mucho tiempo».
Poco antes de las 03H00 (01H00 GMT) la situación regresó a la calma en los tres barrios implicados. Según una fuente policial, no se produjeron arrestos.