Militantes de una organización antirracista se acercaron a la convocatoria de Éric Zemmour en el recinto ferial de Villepinte y mantuvieron una pelea con sus seguidores que dio lugar a los disturbios
El acto proselitista que celebró un candidato presidencial de extrema derecha terminó con 60 arrestos después de serios incidentes que denunció la organización SOS Racisme.
Éric Zemmour, conocido como presentador de televisión ahora lanzado a la arena política, juntó a 10 mil seguidores en el recinto ferial de Villepinte, cerca de París, pero todo se complicó ante la presencia de militantes de una organización antirracista.
Así fue como se produjeron trifulcas a golpes de puño y no faltaron los sillazos.
El grupo antirracista SOS Racisme condenó las salvajes golpizas a las que fueron sometidos sus activistas en el evento, el primero de Zemmour desde que éste lanzó oficialmente su campaña.
El ahora candidato, de 63 años, fue condenado varias veces en los tribunales por su discurso racista, recuerdan los medios internacionales.
El presidente de SOS Racisme, Dominique Sopo, comparó la violencia de este domingo con los ataques perpetrados por supremacistas blancos en los Estados Unidos contra activistas de derechos civiles.
Los asistentes al evento «estaban tan ebrios de odio, tan llenos de violencia, que no les molestó agredir a gente incluyendo mujeres, incluso ante la presencia de las cámaras. Este candidato deja una estela de odio por donde camina», manifestó Sopo.
La fiscalía aclaró que, aparte de la violencia contra los activistas de SOS Racisme, está investigando un hecho en que el mismo Zemmour estuvo involucrado.
El candidato pronunció un discurso de más de una hora en el que propuso medidas radicales.
Pocos minutos después de la llegada al escenario del candidato de extrema derecha a las elecciones presidenciales francesas, Éric Zemmour, las sillas comenzaron a volar en un rincón de la sala: era una pelea entre activistas de SOS Racismo, que llevaban a cabo una acción «no violenta», contra partidarios del candidato.
Zemmour permaneció imperturbable ante la golpiza, indican las crónicas.
«¿Yo un fascista? Soy el único que defiende la libertad de pensamiento, la libertad de poner palabras a la realidad, mientras todos ellos sueñan con prohibir nuestras reuniones y hacer que me condenen», subrayó durante su discurso.
Con respecto a los desmanes, se expresó el vocero del equipo de campaña de Zemmour, Antoine Diers: «Estas personas de SOS Racismo no tenían que haber estado ahí, no hay que venir a provocar en nuestra sala».
Un gran dispositivo de seguridad rodeó el lugar del mitin y más de un centenar de manifestantes que protestaban contra el «racismo, el negacionismo y la homofobia» del candidato fueron dispersados por la policía.
Cuarenta y seis personas, que se encontraban en una zona donde no se podían manifestar, fueron detenidas, anunció la prefectura.
En cuanto a Emmanuel Macron, actual presidente de Francia, Zemmour dijo: «No es nadie».
«¡Viva la República y, sobre todo, viva Francia! ¡Viva Francia!», así terminó su discurso Zemmour.
En septiembre y octubre Zemmour aparecía bien posicionado en los sondeos, pero ha perdido fuerza desde entonces.
Este candidato también llamó «¡Cabrón!» al entrevistador de la cadena francesa privada TF1 Gilles Bouleau, según el diario Le Parisien.
«Me parece que usted no me ha preguntado por mi programa político, y lo lamento», se le había quejado unos minutos antes ante las cámaras, pero después lo trató pésimo en los pasillos.
El diario El País de Madrid compara a este personaje con Donald Trump. «Soy doblemente nostálgico y reaccionario», se define a sí mismo Zemmour.