El siguiente paso del proyecto para convertirse en ley será el Senado, donde será debatido en enero próximo
Los diputados franceses aprobaron hoy el controvertido proyecto de ley sobre «seguridad global» que penaliza la difusión maliciosa de imágenes de la policía, y la iniciativa, considerada por sus oponentes como «liberticida», ahora la iniciativa del Gobierno de Emmanuel Macron pasará al Senado.
Tres días después del final de los debates y tras manifestaciones que reunieron a miles de opositores en toda Francia, los diputados aprobaron por 388 votos a favor, 104 en contra y 66 abstenciones el texto, presentado por el oficialista La República en Marcha (LREM) y su aliado Agir.
El siguiente paso del proyecto para convertirse en ley será el Senado, donde será debatido en enero próximo.
El proyecto de ley sobre seguridad incluye disposiciones sobre las cámaras para peatones o el uso de drones, y suscitó la preocupación de las asociaciones ciudadanas o de los activistas de izquierda, pero es el artículo 24 del texto el que sacó a la luz los antagonismos.
Para «proteger a los que nos protegen», sobre todo «en las redes sociales», el partido presidencial quiere castigar con un año de prisión y una multa de 45.000 euros (53.000 dólares) la difusión de «la imagen del rostro o cualquier otro elemento de identificación» de los miembros de la fuerza policial en intervención, cuando «dañe» su «integridad física o psicológica», detalló la agencia de noticias francesa AFP.
Esta medida fue bien recibida por los sindicatos de la policía, pero ha provocado una protesta entre los partidos de izquierda y entre los activistas de las libertades civiles, que la consideran como un «ataque desproporcionado» a la libertad de informar, y un signo de una nueva deriva autoritaria del Gobierno de Macron.
La mayoría parlamentaria pretendió acallar la controversia reescribiendo el artículo en cuestión.
Tras cuatro horas de un intenso debate, la Asamblea Nacional (Cámara de Diputados) aprobó finalmente hoy el polémico artículo por 146 votos a favor y 24 en contra. El texto ahora especifica que el futuro delito no puede «perjudicar el derecho a informar» y que la intención maliciosa contra la policía debe ser «manifiesta».
El domingo, 33 personalidades que votaron por Macron en 2017, desde el cineste Costa-Gavras hasta el futbolista Lilian Thuram, pidieron que se retirara este proyecto de ley.
Incluso desde Bruselas, la Comisión Europea dijo el lunes que los periodistas deben poder «hacer su trabajo libremente y con seguridad».
A pesar de la aprobación inicial, el texto sigue provocando polémica en el seno de la mayoría presidencial y la presión contra el Gobierno promete continuar en las calles de cara al debate en el Senado dentro de poco menos de dos meses.