El gobierno francés presentó este lunes los presupuestos para 2019, que incluyen medidas fiscales en favor de las empresas y particulares, y la supresión de más de 4.000 empleos publicos, –uno de cada 1.300– para reducir el gasto.
El presupuesto 2019 «afirma decisiones claras» en materia de «rehabilitación de las finanzas públicas», pero también del «poder adquisitivo de los hogares» y de la «competitividad de las empresas», señaló el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, al detallar las grandes líneas de los presupuestos del próximo año ante la prensa.
Uno de los pilares de presupuestos para 2019 será un recorte de impuestos de 18.800 millones de euros para las empresas y de 6.000 millones de euros para los hogares.
Este gesto fiscal para los particulares, que se basa principalmente en una nueva reducción de un impuesto a la vivienda, fue presentado como «la mayor bajada de impuestos para los hogares desde 2008».
Sin embargo, estas cifras fueron puestas en duda por varios miembros de la oposición, que denunciaron una «operación de comunicación del gobierno».
Lo que el ejecutivo «da con una mano en realidad lo toma con la otra», estimó el primer secretario del Partido Socialista Olivier Faure, quien recordó que el Observatorio francés de la Coyuntura Económica (OFCE) evaluó en 3.500 millones de euros — y no en 6.000 millones de euros — el aumento del poder adquisitivo previsto para los franceses el próximo año.
La presentación de los presupuestos para 2019 se produce en un momento espinoso para el gobierno que se enfrenta a un estancamiento en el crecimiento (0,2% en el primer y segundo trimestre 2018).
El ejecutivo pronostica para el próximo año un aumento del PIB de 1,7%, en lugar de los 1,9% esperados.
Pero pese a los obstáculos, el gobierno francés está determinado a reducir su déficit público. Según Le Maire, el próximo año el déficit público será de 2,8% del PIB, una cifra en aumento de 0,4 puntos en relación a la última previsión del gobierno (2,4%) pero inferior al límite de 3% establecido por la Unión Europea.
Pero lograr su objetivo el gobierno procederá a una serie de recortes.
Una de las medidas más polémicas desgranadas por Le Maire es el anuncio de que las pensiones de los jubilados, las ayudas a las familias y a la vivienda quedarán prácticamente congeladas en 2019 ya que aumentarán apenas un 0,3%, por debajo de la inflación.
Asimismo, conforme al objetivo fijado por el presidente francés Emmanuel Macron de eliminar 50.000 puestos en la función pública hasta 2022, Le Maire anunció la supresión de 4.164 plazas.
Francia tiene 5,64 millones de funcionarios, un número superior al promedio europeo (80 funcionarios entre 1.000 habitantes, frente a 61).