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Francia analiza extender las restricciones por coronavirus hasta abril de 2021


Después de una primera ola que causó 30.000 muertos en primavera y un confinamiento general de dos meses, Francia vive actualmente una segunda ola de la epidemia

  El consejo de ministros francés presentó hoy un proyecto que busca extender las medidas para contener la segunda ola de coronavirus que asola al país y al resto de Europa hasta al menos el 1 de abril de 2021, con una batería de restricciones que podrían aplicarse a todo o parte del territorio.

Después de una primera ola que causó 30.000 muertos en primavera y un confinamiento general de dos meses, Francia vive actualmente una segunda ola de la epidemia.

Estas restricciones a la circulación, a reunirse o sobre la apertura de comercios, podrían aplicarse a todo o parte del territorio y serían adaptables según la intensidad de la epidemia, informó la agencia de noticias AFP.

Actualmente, unas 2.168 personas se encuentran en cuidados intensivos, la cifra más alta desde mediados de mayo.

Las cifras de pacientes internados indican un empeoramiento de la situación sanitaria en Francia.

«Alrededor del 24 de octubre, habrá un mínimo de entre 800 y 1.000 pacientes con Covid-19 en cuidados intensivos, lo que representa entre el 70% y el 90% de nuestra capacidad actual», alertó la semana pasada el director general de hospitales de París, Martin Hirsch.

Tras las advertencias de Hirsch y el incremento en las tasas de contagios e internaciones ante la imparable segunda ola de coronavirus, el Gobierno de Emmanuel Macron decretó el miércoles de la semana pasada una nueva emergencia sanitaria.

Se trata de segunda emergencia sanitaria desde el inicio de la pandemia, la primera fue entre el 17 de marzo y el 11 de mayo, cuando el Gobierno impuso el confinamiento.

En esta ocasión, la medida principal es el toque de queda nocturno, a lo largo de cuatro semanas, en las nueve ciudades más afectadas, entre ellas, la capital francesa, y afecta a veinte millones de personas.

París no conocía un toque de queda desde 1961, año en que, durante la guerra de Argelia, el Ejecutivo lo decretó para los trabajadores musulmanes argelinos.

Macron adelantó que «volverán a activarse las ayudas financieras para los sectores afectados para mantener salarios» y se crearán «dispositivos de apoyo suplementarios para que los trabajadores independientes no tengan que cerrar sus negocios y quedarse sin trabajo».

«Confío en la responsabilidad ciudadana, pero por supuesto habrá controles», advirtió el mandatario galo.

Desde el inicio de la pandemia, Francia acumula 973.275 casos confirmados y 33.928 fallecidos por la enfermedad.