Ante el temor a enfrentamientos en la capital parisina, muchas personas también se han manifestado en las rutas, bloqueando el tránsito en diversos puntos del país y los alrededores de la capital. Los «chalecos amarillos» decidieron esta semana mantener la marcha de este sábado pese a los anuncios del presidente, Emmanuel Macron, que prometió sentarse a dialogar con ellos para escuchar sus propuestas aunque dejó claro que no cedería en su posición. Las protestas se han extendido también a la vecina Bélgica, donde ayer unos 300 «chalecos amarillos» se manifestaron en la capital, Bruselas, y fueron reprimidos por la Policía. Según medios belgas, unos 60 manifestantes fueron detenidos después de unas manifestaciones con disturbios, que incluyeron el incendio de dos coches policiales.]]>
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