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Florida avanza en la reapertura, con una disminución de casos de coronavirus


El estado reabrió los bares y clubes nocturnos a un 50% de su capacidad

El estado de Florida, en el sur de Estados Unidos, continuaba con una tasa sostenida de menos de 2.000 nuevos casos diarios de coronavirus, por lo que hoy avanzó en el proceso de reapertura, que incluye la vuelta a las clases presenciales.

Mientras tanto, la oposición demócrata en la Cámara de Representantes anunció que investigará supuestas presiones por parte del Ejecutivo de Donald Trump para cambiar o retrasar la publicación de informes científicos relativos al coronavirus.

El Departamento de Salud de Florida contabilizó 1.736 casos y 34 muertes en las últimas 24 horas, que sitúan el acumulado desde el 1 de marzo en 665.730 contagiados y 12.800 fallecidos por coronavirus.

Florida, el tercer estado con más casos, por detrás de California y Texas, reabrió hoy a un 50% de su capacidad los bares y clubes nocturnos, excepto en los condados de Broward y Miami-Dade, el segundo con más casos en todo el país, solo por detrás de Los Ángeles, en el estado de California.

Sin embargo, dado el descenso de casos, ambos condados se incorporarán hoy a la Fase 2 de la normalización, lo que significa que podrán abrir cines, teatros, salas de conciertos y de bowling a un 50% de capacidad, además de lugares de ocio al aire libre como zoológicos, así como el inicio de las clases presenciales en las escuelas públicas, informó la agencia de noticias EFE.

Por el contrario, Nueva York, el antiguo epicentro de la pandemia, celebrará por primera vez en 96 años a través de la televisión el tradicional desfile de Acción de Gracias que se desplegaba a lo largo de un recorrido de cuatro kilómetros desde el Upper East Side hasta la sede de los grandes almacenes Macy’s, informó la agencia ANSA.

El descenso de casos tanto en Florida como en gran parte del país fue señalado por expertos científicos, quienes alertaron sobre la posible decisión gubernamental de realizar una baja cantidad de testeos, lo que consideraban causa de las menores cifras de positivos.

Esta no fue la única llamada de atención que recibió la administración de Trump, quien desde los inicios de la pandemia subestimó la gravedad de la enfermedad.

Los legisladores demócratas del Comité Selecto de Supervisión de la Crisis del Coronavirus, liderado por James Clyburn, enviaron hoy una carta al secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), Alex Azar, y al director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, para informarles que iniciarán una investigación de personas designadas por Trump en las presiones a los informes de los CDC.

El anuncio se produjo después de que el viernes pasado, el diario digital estadounidense Politico revelara que el director de Asuntos Públicos de HHS, Michael Caputo, y su asesor científico Paul Alexander presuntamente presionaron a responsables de los CDC para modificar esos informes, en algunos casos de forma retroactiva, para que se alinearan con la visión más optimista de Trump sobre la pandemia.

«Los informes deben ser leídos por alguien fuera de los CDC como yo, y no podemos permitir que los informes sigan como hasta ahora, porque es escandaloso; es una locura», dictaba el contenido de un correo electrónico supuestamente enviado por Alexander al director de los CDC y otros funcionarios el pasado 8 de agosto, publicado por Político a fines de la semana pasada.

Según ese medio, los CDC continuaron con la publicación de dichos reportes, pero permitieron que Caputo y su personal revisen los borradores de los artículos.

En la misiva exigen al Gobierno que proporcione datos sobre los contactos mantenidos por Redfield sobre esos informes, así como documentos mandados por Caputo, Alexander y Azar, entre otros.

Este comité, que fue constituido en abril para evaluar la actuación del Ejecutivo frente a la pandemia, pidió además que a partir del 22 de septiembre se le manden las transcripciones de las entrevistas entre personal de los CDC y el HHS.

Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia con más de 6,5 millones de casos detectados y más de 194.200 fallecidos, según la Universidad Johns Hopkins.