La autora sacó la segunda edición de su libro, en conmemoración del bicentenario de la partida del prócer
Por Mario Luzuriaga
La escritora Florencia Canale es una experta en el lado de B de la Historia Argentina, en sus novelas visibiliza aquello que no se sabe de los pormenores de la época en donde nacía la patria.
Uno de los hombres más importantes que tuvo la historia nacional fue el general Manuel Belgrano, creador del máximo emblema que es la bandera, que se izó por primera vez en Rosario hace más de 200 años.
Las crónicas de la época dicen que Belgrano tenía una gracia muy especial para con las mujeres y tuvo diversos amoríos, es por esto que la autora cuenta esos romances a CLG.
— Relanzás esta novela, en la que contás la vida amorosa de Manuel Belgrano.
— Fue publicada en 2013 y se reedita por la doble efeméride de Manuel Belgrano, del 3 de junio en el que se cumplen 250 años de su natalicio, y el 20, el bicentenario de su fallecimiento. Es una novela histórica que recorre la vida de éste héroe inmenso que fue y diríamos su amores prohibidos.
— ¿Tuvo bastantes amores prohibidos?
— Por lo pronto, fue un hombre que no se casó y eso lo transformó en un hombre a observar. En ese tiempo los hombres y las mujeres se casaban, aunque pudieran tener vidas clandestinas, todo tipo de secretos; pero esto era una costumbre social obligatoria. Manuel Belgrano no se casó entonces eso lo transformó en una rara avis. Tuvo romances de mayor y menor intensidad y de importancia. Tuvo hijos con dos mujeres diferentes, una hija y un hijo; a su vez estas mujeres estaban casadas con otros señores. Eran amores clandestinos, uno de ellos fue con Pepa Ezcurra, la hermana mayor de Encarnación Ezcurra, y con ella tuvo a un hijo que no conoció que se llamó Pedro Pablo; que fue prácticamente la mitad de su vida criado como hijo de Rosas y Encarnación. Ahí hay nudo traumático, viéndolo con los ojos del siglo XXI, Pepa quería casarse con él y no pudo hacerlo por impedimento de sus padres. Algo distinto que hizo Remedios de Escalada, ella se emperró por casarse con José de San Martín y lo logró. Pepa no pudo torcer su destino pero la pasión fue más fuerte con Manuel Belgrano y ella se fue al norte, se embarazó y tuvo que esconder este hijo.
— ¿Fue exitoso con el sexo opuesto?
— Aunque se hizo un construcción apócrifa y maliciosa de una supuesta homosexualidad, Belgrano fue un hombre de enorme éxito, gustaba mucho de las mujeres y las mujeres gustaban mucho de él. Era un hombre muy elegante, con métodos y prácticas novedosas para aquellos tiempos. Fue el primer romántico, una suerte de afrancesado por supuesto con las costumbres europeos. El venía de España, era muy coqueto, le gustaba oler bien, se perfumaba y vestía bien. Escuchaba a las mujeres, esto no era una práctica habitual, recordemos que en la reuniones estaban los hombres por un lado y las mujeres del otro. El recomendaba a sus amigos que escucharan a las mujeres que tenían mucho para decir y eran muy interesantes sus pensamientos. Se lo veía en las tertulias rodeado de mujeres y siempre bailaba con la más bonita, no así en el campo de batalla porque fue un hombre muy rechazado por ser abogado y no militar.
— De todos estos amores, ¿cuál fue el más importante?
— Es difícil, pero yo diría que el de Pepa Ezcurra porque tuvo un hijo varón que fue criado por Rosas. Pero en el ocaso de su vida tuvo un romance con Dolores Helguero, una muchacha con la que tienen a Mónica Manuela, que conoció pero tuvo que ocultar porque Dolores también estaba casada con un hombre llamado Rivas. Era ya su última etapa, el estaba muy enfermo y mandaba cartas para preguntar por ella y la llamaba «ahijadita». Los dos fueron importantes, pero el primero se dio cuando era más joven y había mucha pasión entre ambos. Pero la más grande pasión de estos tipos eran sus ideales políticos, la liberación de América, era lo que los motivaba y encendía su líbido.