La fiscal de Avellaneda María Soledad Garibaldi, que investiga una red de prostitución en la que presuntamente se abusaba de futbolistas juveniles de las inferiores de Independiente, afirmó hoy que no se descarta que ese esquema «podría haberse repetido» en inferiores de otros clubes.
«Puede haber chicos captados que se hayan ido a otros clubes, por eso podría haberse repetido en otras inferiores», afirmó la instructora a cargo del caso.
La fiscal aseguró que se va a llegar «hasta las últimas consecuencias» en la causa que por el momento tiene dos detenidos: el árbitro de inferiores Martín Bustos y su abogado.
Garibaldi, en declaraciones al canal TN, dijo que por el momento a Bustos se le adjudica un hecho de corrupción de menores y a su abogado el cargo de «encubrimiento agravado», por la destrucción del celular del letrado.
La fiscal dijo que el hecho de que el árbitro Bustos está infectado con el virus de HIV «podría ser un agravante» en su situación procesal.
Por otro lado, en declaraciones realizadas a radio La Red, reveló que, de acuerdo con los testimonios de juveniles, los chicos aceptaban tener sexo con hombres mayores de edad «no sólo por dinero, sino que hasta ofrecían hacerlo por botines o calzoncillos boxer».
«Sabían de las necesidades de esos chicos que mayormente vienen del interior, sin contención y con necesidades económicas importantes y por esas cosas eran sometidos», explicó.
Garibaldi se manifestó «segura que hay más casos» y que «esto no sólo ocurre en Independiente», al considerar que se tuvo que «replicar en otros clubes».
La fiscal reveló que «ninguna de las seis personas apuntadas por el hecho se encontraba en sus domicilios en el momento de ser allanados», lo que para ella es un signo «importante de autoría».
La hipótesis que manejan los pesquisas es que la red de prostitución captaba a los jugadores de las divisiones inferiores de Independiente a través de Instagram, para luego engañarlos y con el ofrecimiento de dinero, llevarlos a un lugar en donde eran explotados sexualmente.
La investigación se inició luego que uno de los jugadores que viven en la pensión del club le contó al jefe de departamento de psicólogos que él y otros chicos mantenían relaciones sexuales con mayores a cambio de plata.
Si bien los nombres de los menores involucrados no fueron dados a conocer por cuestiones legales, sí se pudo determinar que quien era el nexo entre el árbitro detenido y los chicos era un jugador de las divisiones de Independiente, de 19 años, quien ya fue expulsado de la entidad de Avellaneda.