Aníbal Faccendini, director de la Cátedra del Agua de la UNR, opinó sobre la mejora que se vio con el incremento del caudal del río en los últimos días
Por Sofía Dalonse – EQC Noticias y CLG Noticias
En los últimos meses, el río Paraná aumentó notablemente su caudal y altura en la región, mejorando considerablemente las condiciones que venía presentando con anterioridad. La semana pasada llegó a 2,93 metros en Rosario, su nivel más alto en más de tres años cuando se desató la sequía con bajante.
Con este incremento, recuperó casi dos metros en apenas un mes. Hay que remontarse a agosto de 2019 para encontrar cifras superiores a ese umbral. Este panorama genera expectativas de optimismo frente a una posible recuperación que podría indicar el fin de la bajante.
No obstante, desde el Instituto Nacional del Agua (INA) advirtieron que la perspectiva climática aún no permite establecer el final de las aguas bajas.
Por su parte, Aníbal Ignacio Faccendini, especialista en el área, analizó la cuestión y opinó: «Con respecto al índice y la carga pluvial que hubo y que mantiene en ascenso la altura del río, pareciera que está adelantando el fin de la corriente de la niña, lo cual indica que iría en situación de mejoría».
No obstante, señaló: «No hay exactitud con estas cuestiones climatológicas pero el augurio y la visión es optimista porque indudablemente ha mejorado la altura del río».
Faccendini es Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales, Magíster en Ambiente y Desarrollo Sustentable y director de la Cátedra del Agua (UNR). Al referirse al impacto positivo que genera este incremento, destacó: «Esto redunda en mejoría de la actividad biológica del río, los humedales, la industria y la posibilidad de recuperar plenamente (si sigue así) la carga hídrica vial y su capacidad comercial»
La bajante histórica inició en marzo de 2020, un año más tarde recuperó una tendencia alcista sin alcanzar su normalidad, pero volvió a caer a fines de 2021, generando profundos cambios en la vida ambiental, económica, productiva y social.
«Imaginemos que meses atrás la altura del río era de 1m o menos, con casi tres años de bajante. Estamos en una situación que genera optimismo pero hay que ver si esto indica el fin de la sequía», señaló.
Al concluir su análisis sobre el tema, indicó que debe abordarse con prudencia: «Si la tendencia continúa de esta manera el panorama es positivo y el río podría volver a la situación previa a que se ocasionara esta gran sequía y de bajante que comenzó en 2020, pero eso va a depender que no haya una disfunción sobre esta tendencia a la suba de la altura del Paraná».