La eliminación de River en semifinales de la Copa Libertadores dejó señales respecto del posible fin o cambio de ciclo del equipo dirigido por Marcelo Gallardo
La eliminación de River en semifinales de la Copa Libertadores pese a la victoria frente a Palmeiras en Brasil dejó señales respecto del posible fin o cambio de ciclo del equipo dirigido por Marcelo Gallardo, que ya había avisado en la previa que haría su evaluación habitual finalizada su participación.
Pero cada palabra o gesto que se dio una vez que el árbitro uruguayo Esteban Ostojich hizo sonar el pitazo final tiene su propia interpretación: como el orgullo por sus jugadores que expresó Gallardo en su conferencia de prensa, las lágrimas de Ignacio Fernández o la puerta abierta a su salida que dejó Enzo Pérez.
Los rumores sobre ofertas, incluso para Gonzalo Montiel -una de las figuras de la victoria en San Pablo que no le alcanzó al «Millonario»-, estuvieron a la orden del día las últimas semanas.
Sabida es la dura situación económica que afronta el club de Núñez, por lo que necesita vender para equilibrar las cuentas, sobre todo con los ecos de la cuarentena por la pandemia de coronavirus.
«Después de la pandemia, pudimos volver a competir, y vengo a reconocer y a valorar a mi equipo, a los futbolistas, que realmente me han hecho sentir totalmente representado, me emocionaron de la forma que jugaron», explicó el «Muñeco», en una conferencia de prensa donde solo permitió la primera pregunta.
El «Muñeco», de esta forma, evitó abordar las polémicas sanciones y rectificaciones del VAR, que afectaron directamente al resultado y al global de la serie tras los segundos 90 minutos.
«La postura con la que enfrentaron el partido es una sensación muy plena, porque cuando uno ve la postura de un equipo y ve las formas, y lo representa, no hay mucho para decir», remarcó.
Y resumió: «Lo que hizo mi equipo dignifica mi profesión y me siento realmente orgulloso».
Gallardo deberá ahora, según anticipó en la conferencia de prensa del lunes antes de viajar a Brasil, evaluar su futuro como entrenador de River, donde en principio había prometido llegar al final de la etapa de Rodolfo D´Onofrio como presidente, en diciembre próximo.
¿Influirá que, en sus seis años de gestión, fue la primera vez que no jugó ninguna final y, por ende, no logró ningún título para River? .
En su palmarés, el «Muñeco» le ofrendó a los hinchas dos Copas Libertadores, una Copa Sudamericana, tres Recopas Sudamericana, una Supercopa Argentina, una Suruga Bank y tres Copas Argentina.
En caso que no se diera un fin de era para Gallardo, tranquilamente podría ser un cambio de ciclo, a partir de la renovación del plantel.
Los abrazos uno por uno que Gallardo les brindó a sus jugadores bien podrían haber sido un agradecimiento por la forma en que se recompusieron en la serie, tras el 0-3 en cancha de Independiente.
Las lágrimas de «Nacho» Fernández, más allá de la frustración de la derrota, también podrían ser por su posible salida, luego de haber recibido varias ofertas en el último año, principalmente de Brasil.
Montiel es pretendido por la Roma de Italia, mientras que Enzo Pérez dejó abierta la posibilidad de evaluar ofertas que le aparecieron, junto a su representante.
Según trascendió, la posibilidad más concreta para el mendocino de 35 años está en Turquía, en el mismo equipo donde juega su amigo José «Principito» Sosa.