Con la llegada del calor, las reuniones prohibidas sin distanciamiento ni barbijos se hicieron más frecuentes y masivas. ¿Qué piensan al respecto los vecinos de la ciudad?
Con el inicio del calorcito y las flexibilizaciones de la cuarentena, se incrementaron los encuentros en casas particulares y al aire libre. Muchos cumplieron con las medidas de cuidado que impone la pandemia, mientras que otros no tuvieron reparos en transgredir las normas y participar de fiestas clandestinas, donde los barbijos y el distanciamiento social brillaron por su ausencia.
En los parques, en la zona de la Florida, en countries o en barrios de la ciudad este tipo de reuniones prohibidas son cada vez más frecuentes y masivas. «Es por la inmadurez de los más jóvenes, a mí me invitaron muchas veces, pero queda en cada uno. El Estado también falla en el control, pero se entiende que es complicado en una ciudad tan grande», indicó un joven rosarino a CLG.
«El Estado debe estar, pero exigimos ser libres y después no actuamos de forma responsable. Hasta que no asumamos eso no va a mejorar. Hay responsabilidades compartidas», agregó una mujer.
Mientras hubo otros que se mostraron de acuerdo con los encuentros de este tipo. «Me parece bien que la gente salga y se oxigene. Todos tuvimos un año complicado y eso es lo que enferma».
La recorrida de CLG