La histórica visita del Turismo Carretera a Rosario deja su sello. Y lo dejará por siempre. Por la carrera en sí. Por las obras que se inauguraron en el Autódromo Juan Manuel Fangio. Y por la multitud que convocó.
La fiebre teceísta va en aumento. Comenzó cuando se confirmó la fecha en Rosario y aumentó en los últimos días cuando familias enteras se apostaron en las adyacencias del circuito a la espera de la apertura del predio. Y ni que hablar desde que comenzó la actividad en pista. Mientras que tendrá su máxima expresión este domingo cuando se dispute la gran final en el mediodía rosarino.
La pasión por el Turismo Carretera es única. Y eso se ve en cada tribuna. Aquí, a diferencia del fútbol, conviven los rivales históricos. Aquí, con apenas un par de metros de diferencia, está apostada “La 4 de Ford” y al lado nomás “La 15 de Chevrolet”. Y a continuación “La 16 La banda del Talud de Torino”. Todo esto pasa en plena recta principal, en la tribuna general.
En boxes los fanáticos hablan y dan cátedra. Pero también están los que van a una carrera por primera vez y los curiosos. Todos conviven. Todo en paz, sin inconvenientes. Con un puñado de policías apostados. Así se vive el TC: en familia y sin violencia.