El Presidente participó de una charla organizada por el Partido Justicialista y volvió a cargar contra la oposición
El presidente Alberto Fernández evocó hoy la figura de Juan Domingo Perón al cumplirse 47 años de su fallecimiento, destacó los «valores» justicialistas que le imprimió a la gestión de la pandemia y advirtió que la salida de la emergencia sanitaria es con «unidad y sin falsas grietas».
«No resigné ninguno de los valores y convicciones que tenía», sostuvo Fernández al referirse a la irrupción del coronavirus, al que aseguró haber afrontado con «coraje, decisión y voluntad».
Al respecto, enfatizó: «Fui a buscar vacunas a todos los rincones del mundo y sigo buscando allí donde las vacunas existen».
Fernández participó de una charla organizada por el Partido Justicialista –que también preside– en conmemoración del 47° aniversario del fallecimiento de Perón, tres veces presidente y líder del movimiento justicialista.
De la charla, transmitida por redes sociales, participaron el escritor Alejandro Dolina, el presentador Patricio Barton, el músico Marcelo «Gillespi» Rodríguez y presidenta de Télam, Bernarda Llorente.
En su mensaje, el Presidente pidió preguntarse, ante la pandemia, «cómo hubieran reaccionado los otros», en referencia a la alianza opositora Juntos por el Cambio.
«A nosotros lo primero que nos preocupó fue la vida y la salud; lo segundo, que un Estado que estaba ausente se pusiera de pie, construyendo hospitales y poniendo camas y respiradores en todos los rincones del país».
En esa enumeración, Fernández planteó que «lo tercero fue tenderle una mano a la gente que estaba en una situación de desamparo» después de la gestión del expresidente Mauricio Macri.
«Con esa lógica, que es muy distinta a la de otros, enfrentamos esta pandemia», dijo y contrapuso que la oposición «hubiera dejado que los contagios avanzaran hasta que la naturaleza de la pandemia equilibrara las cosas».
En esa línea, el jefe de Estado se preguntó: «¿Cuánto hubiéramos perdido con esa lógica, dejando que el mercado de la salud equilibrara el mercado y que los chicos fueran a estudiar como si nada pasara?».
Asimismo, Fernández aseguró que la salida de la pandemia es con «unidad y sin falsas grietas».
También dijo «saber» que «muchos argentinos sufren y la pasan mal» porque las «decisiones que uno toma son muy antipáticas», pero llamó a la sociedad a «cuidarse ahora para disfrutar la vida para adelante».
«Sé que hay una puerta de salida, y es la vacuna», puntualizó, y agregó: «Llevamos 25 millones de vacunas y siguen llegando, y van a llegar más. Sólo voy a estar más tranquilo cuando los argentinos se hayan vacunado todos».
A raíz de la pandemia, Fernández observó también que «uno hace política no en el tiempo que le gusta sino en el que le toca, y a mí me tocó este», dijo a la vez que se comprometió a garantizar que «los que trabajan recuperen su trabajo, los chicos la escuela y los que estén en la pobreza sean auxiliados».
En ese aspecto, ponderó al peronismo porque, dijo, «siempre puso de pie al país cuando otros lo dejan de rodillas».
Para Fernández, «cuando se prescinde del Estado, empiezan a funcionar las leyes del mercado, que son la versión atemperada de las leyes de la selva, donde el más fuerte somete al más débil».
En su prédica de unidad, el mandatario planteó además que «la democracia nos exige buscar puntos de encuentro» y advirtió que «lo peor que nos puede pasar como sociedad es tirar cada uno para un lado».
Sobre ese punto, Fernández lamentó que la sociedad «no vive en una grieta sino que hacemos algo mucho más perverso, que es el juego de la cincha, donde cada uno toma la soga y tira para su lado».
«Si semejante tragedia no nos llama a la reflexión, ¿qué nos va a llamar a la reflexión?», insistió.
El Presidente indicó además que «el peronismo del siglo XXI tiene el deber de volver a convocar a la juventud» y remarcó que se trata de un «movimiento tan maravilloso que recuerda la muerte de su fundador con esta alegría y la felicidad de que Argentina haya tenido a Perón, que nos dio los valores de solidaridad, compasión, compromiso y entender el rol del Estado».
Por su parte, Llorente consideró que el legado del peronismo «marcó a todos» los militantes e identificó la muerte de Perón en 1974 como «uno de los momentos en que los argentinos probablemente se hayan sentido más huérfanos».
La presidenta de Télam ponderó que como militantes justicialistas «fuimos capaces de reinventarnos y reinventar un movimiento que trascendió a su propio líder», lo que calificó como un «caso extraño en el mundo».
Tras subrayar que se trata de una identidad política que fue «capaz de reinventarse y dar las respuestas», Llorente valoró que, actualmente, «el peronismo es un movimiento con más futuro que pasado».