La artista está brillando esta temporada en Mar del Plata con su espectáculo "Fátima es camaleónica"
Por Javier Berro, enviado especial – Télam
La artista Fátima Flórez, que brilla en esta temporada de verano en Mar del Plata con “Fátima es camaleónica”, donde exhibe su talento para el humor, el baile y la imitación, señaló a Télam que “el poder de la mujer está más presente” y que “hay que hacerlo valer” en tiempos en los que “cambió la sociedad y hubo una evolución”.
Después de un freno obligado por su contagio de coronavirus, Flórez regresó a las tablas del Teatro Roxy del Centro de Arte Radio City, donde llena la sala noche tras noche, de martes a domingos, con un espectáculo que alterna momentos musicales y humorísticos con actos de magia a cargo del mago Emanuel, y otros de interacción con el público, que tiene la posibilidad de incidir en la elección de los personajes dentro del amplio abanico de la comediante.
Bajo la dirección y la autoría de Norberto Marcos, coproductor junto al empresario Lino Patalano, la multifacética artista le rinde tributo a estrellas internacionales como Liza Minnelli, Madonna y Lady Gaga y, por supuesto, también a otras figuras domésticas del mundo del espectáculo y la televisión como Mirtha Legrand, Susana Giménez, Moria Casán y Nacha Guevara, entre otras.
Flórez cambia de piel todo el tiempo, a veces con un ritmo frenético, y entra y sale de los personajes a toda velocidad con cambios de vestuario y de peluca; en algunos momentos ante los ojos del público, con quienes comparte la intimidad de un camarín montado sobre el escenario.
También se luce “al natural”, para demostrar que es posible construirlos a partir de «captarles el alma» a los imitados, exacerbando su gestualidad, su pose corporal y emulando sus voces con aguda precisión, mediante el girar de una ruleta de personajes posibles que marca el ritmo desde las pantallas.
Las imitaciones políticas, que se ofrecen con más acidez a la hora de abordar a personalidades como al presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, y un poco menos incisivas a la hora de traer al escenario a opositores como María Eugenia Vidal y Mauricio Macri, conforman uno de los actos más celebrados por una audiencia que termina siempre de pie para la despedida con un popurrí tropical de canciones de Karina La Princesita, Damas Gratis, Gilda, María Becerra y Tini Stoessel.
Tras el descenso del telón, y con la energía aún a flor de piel después del espectáculos, esta agencia conversó con la artista:
—¿Cómo te llevás con el crecimiento y el éxito que viene teniendo tu espectáculo en los últimos días, en una temporada que presentó algunas dificultades?
—Bien, porque yo soy una mujer de teatro y una guerrera de toda la vida que siempre se pone al hombro lo que sea. Me encantan los desafíos y venir a Mar del Plata con este mega show; hicimos una puesta muy grande y el público que viene a verlo, lo agradece y hace el boca a boca.
—¿Pensás que el humor cobra más valor después de todo lo vivido en el último tiempo con la pandemia?
—Yo creo que el humor es fundamental. A a veces hasta sin hablar, solo con gestos, la gente explota de risas y carcajadas. Y bueno, además del humor, hay mucho canto, mucho baile, mucha coreo y despliegue, que es lo que a mí me gusta montar: un show que tenga de todo.
—¿Qué te queda como registro en el cuerpo después de dos horas de función?
—Una adrenalina muy alta. Así que ahora me toca bajar un poco. Empiezo como a sacarme las pestañas, a desmaquillarme, bañarme. Hago todos los días una rutina para empezar a bajar, porque de verdad quedo muy arriba después de los espectáculos y de una entrega muy grande. Ahora me toca bajar; y mañana de vuelta a lo mismo.
—Recreás a muchas mujeres con mucha personalidad y carácter. ¿Cuál es el filtro que tenés a la hora de elegir un personaje para recrear en escena?
—La verdad es que no tengo muchos filtros. Yo creo que me caracterizo, desde que arranqué como artista, por desenvolverme al igual que en la vida con muchísima libertad. Para mí, el artista no tiene que pensar en estructurarse, por eso yo voy sin estructuras. Ahora hace diez años que tengo mi propio espectáculo, pero cuando empecé no era como ahora que todo avanzó y que las mujeres pudimos dar estos pasos. Antes nos costaba todo diez veces más que al resto. Era muy difícil. Ahora, una se va haciendo como de teflón y de hierro, pero yo nunca pierdo las ganas. Más bien lo contrario; siempre me genera ese nervio desde el primer día.
—¿Se le exige más a una mujer que encabeza un espectáculo?
—Creo que de toda la vida pasó eso y que, gracias a Dios, ahora como que cambió la sociedad y hubo una evolución. Pero siempre a la mujer como que se le busca el pelo al huevo. En nuestro espectáculo hay mujeres muy talentosas y otras a las que hago arriba del escenario, muchas artistas internacionales que de otra manera sería imposible juntarlas a todas. También creo que las mujeres son mis grandes seguidoras, las que más me apoyan, las que me traen a los novios, los maridos y a la familia. El poder de la mujer está más presente y hay que hacerlo valer.
—¿Cómo te llevás con la mirada del homenajeado? Porque incluso hacés algunos chistes sobre si se van a ofender o no.
—Siempre me subo al escenario a jugar y me encanta cuando en la platea o en la televisión me toca compartir y hacer el espejo con el álter ego. Lo disfruto mucho y siento que en ese momento recién termino de aprender y absorber todo el personaje y de captar su alma. Lo disfruto mucho y, por lo que veo, también lo disfrutan cuando lo hacen conmigo. Así que para mí son momentos como de perlita, muy disfrutables.
—¿Cuál es tu deseo o mensaje para esta temporada que ha sido difícil para algunas producciones, aunque en los últimos días empezara a registrarse un repunte en la venta de entradas?
—Me alegra que esté funcionando y que esté funcionando para todos, porque todos venimos con ilusiones. El mensaje es que el teatro es seguro, además de una diversión que nadie nos puede quitar porque le hace bien al alma y es súper saludable. La gente viene a reírse y reírse es lo mejor para la salud. Durante las dos horas que dura el show, el público tiene sus barbijos puestos, que es la mejor protección contra todo, y antes del ingreso, se les toma la temperatura y todos ingresan respetando el distanciamiento, para cuidarlos todo el tiempo.