La salud del policía oriundo de San Javier tuvo un retroceso y decenas de personas llegaron al nosocomio para manifestar su apoyo
Este jueves se llevó adelante una manifestación de paz en la puerta del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) para pedir por la recuperación del del suboficial de la Policía Motorizada Gabriel Sanabria, quien fue baleado a fines de mayor mientras realizaba un control vehicular de rutina en la zona sur. Si bien la movilización estaba programada para el viernes, se decidió adelantarla 24 horas debido al deterioro que sufrió mientras permanece internado. En este contexto, hoy volverá a ser intervenido quirúrgicamente para intentar mantener sus valores hemodinámicos estables.
Así fue como colegas, familiares y amigos del uniformado, oriundo de San Javier, llegaron a las inmediaciones del nosocomio apoyando al joven de 26 años. Todos juntos iniciaron una cadena de oración para pedir por su pronta recuperación.
«En las últimas horas ha detereorado su estado general, es por eso que requirió de otras drogas y una nueva intervención y con un pronóstico mucho más compleja que la que teníamos previamente», precisó Camiletti en declaraciones al móvil de LT8. Lo concreto es que este lunes, los el equipo de cirujanos del Heca le practicaron un «toilette», que consistió en la extracción de «eventuales colecciones de líquidos, sangre y pus que puedan generarse».
Desde que lo atacaron con al menos ocho balazos el pasado 27 de mayo fue sometido a varias cirugías dentro de un cuadro de salud de extrema gravedad a raíz de la violencia de las lesiones sufridas por el brutal ataque. «Cuando uno tiene lesiones tan graves, el organismo reacciona con una caída del oxígeno en sangre y repercute en todo tipo de tejidos como el hígado, corazón y riñones. Todo eso genera una repercusión sobre el estado general y a eso se le suma un cuadros sépticos o infecciosos a raíz de la prolongada internación», explicó el facultativo respecto al estado de salud de Sanabria.
También comentó que «sigue con los tratamientos en base a las necesidades que presenta» y que, por el momento, «lo mejor para él en este momento es seguir en asistencia mecánica respiratoria. Hay cosas donde la medina va a actuar y hacer todo lo necesario para revertir el cuadro que presenta».
Mientras realizaban un control vehícular en Arijón al 400, esquina Leiva, un policía fue baleado por cinco personas sobre un Peugeot 206. Al ver la gravedad de las heridas fue derivado al Roque Sáenz Peña, para luego ser trasladado al HECA.
Todo ocurrió cerca de las 2.30 de la mañana, cuando un policía de 25 años, identificado como Gabriel Sanabria, fue alcanzado por al menos 10 balas y algunas ingresaron en su muslo derecho, mano derecha y zona costal, tanto derecha como izquierda. El suboficial tenía chaleco antibalas pero los proyectiles ingresaron por un costado de su cuerpo.
Sanabria nació en la ciudad santafesina de San Javier, unos 160 kilómetros al norte de la capital provincial, sobre la ruta provincial Nº 1. Tenía apenas 20 años cuando ingresó en la policía de Santa Fe. Su destino siempre fue en reparticiones policiales de Rosario, primero en la Motorizada y luego en comisarías y cuerpos como el Comando Radioeléctrico y la Brigada de Control Urbano. Su grado en la fuerza es el de suboficial.