Por: José Odisio
Barbijos, distancia de dos metros, kits personales con ropa y elementos de higiene y un contacto mínimo con la pelota. Newell’s volvió a los entrenamientos, pero la nueva normalidad obliga a trabajar de otra manera. Un verdadero desafío para el cuerpo técnico leproso y también para los futbolistas, que ni siquiera tienen la certeza de cuándo podrán hacer un picado informal, y mucho menos cuándo volverá a jugarse de manera oficial.
La pandemia por el COVID-19 provocó incertidumbre, golpeó duro a las tambaleantes arcas de los clubes, y por ahora muestra un mercado de pases frenado, con pocas monedas para invertir y muchos equipos desmantelados. Y en ese contexto, el hincha leproso parece ser la excepción, tuvo más alegrías que broncas en estos cinco meses de parate. Lo que no es poco.
Primero fue la confirmación de continuidad de Maxi Rodríguez; luego la renovación del vínculo de Frank Kudelka; y por si los golpes emocionales no fueran suficientes, regresó Nacho Scocco. También el club le compró el pase a Mariano Bíttolo y renovó Mauro Formica, como para ilusionarse con un equipo que pinta para ser protagonista.
Obviamente hay un tema sin resolver, que genera expectativa, desvela a muchos y provoco vaivenes emocionales día a día: la continuidad de la zaga central Lema-Gentiletti.
No hay dudas que si Newell’s pudiera retener a estos dos futbolistas pasaría a ser inmediatamente candidato a pelear cualquier torneo que se le presente en el horizonte. Pero lo económico aquí tiene más preponderancia que lo sentimental, y entonces las negociaciones son más complejas.
Gentiletti se plantó firme con un pedido de reajuste del dólar de su contrato vigente. Y de golpe le provocó un problema impensado a la dirigencia. Parecía que la suerte estaba echada. Incluso el jugador no se presentó a los hisopados de la semana pasada a pesar de tener contrato vigente. Y los hinchas se enojaron por la actitud del futbolista. Pero aún hay negociaciones, y si Gentiletti finalmente se va, la dirigencia y Peratta aseguran que irán en busca de un reemplazante de características similares.
Lo de Lema es más complicado desde los números, pero tiene un aliado a la hora de negociar con Benfica: el propio jugador. El zaguero está en el Sur y ya le comunicó al club portugués que se quiere quedar en el Parque. Y Newell’s envió una propuesta por un préstamo con obligación de compra en el futuro. No son los 2,5 millones de euros de la valuación de Benfica, pero hoy es la única oferta que tiene el club lusitano. Y Newell’s se ilusiona.
Retener a Lema sería el último gran golpe de Newell’s en un mercado de pases que amaga con no hacer demasiado ruido. La llegada de Nacho –sentido de pertenencia mediante- es sin dudas el pase más trascendente de la temporada. Y si se le suma a Pablo Pérez, Maxi, Alan Aguerre, Sebastián Palacios, Bíttolo, Julián Fernández y pibes que pisan fuerte como Cacciabue y Moreno (más Formica si se recupera), no habrá protocolo que impida que el hincha se ilusione.