El histórico secretario general del Partido Comunista Revolucionario (PCR), Otto Vargas, falleció este jueves a los 89 años tras una prolangada enfermedad, confirmaron militantes de la agrupación política que este dirigente fundó en 1968.
Desde el PCR confirmaron que los restos de su principal referente serán velados en la avenida Córdoba 5084, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a partir de las 9 del viernes y hasta las 13.30 del sábado, cuando un cortejo partirá al cementerio de la Chacarita, donde será sepultado.
Nacido en la localidad rionegrina de Choele Choel, Vargas entró en contacto con la problemática de los peones rurales de la esquila de ganado ovino y los cosechadores de fruta. A los 19 años se trasladó a La Plata para estudiar la carrera de derechos, y allí se afilió a la Federación Juvenil Comunista, y al poco de ingresar comenzó a realizar tareas internacionalistas al visitar Alemania Democrática, Hungría, Polonia y la Unión Soviética.
Entre 1958 y 1959, Vargas vista Cuba, donde asiste a los comienzos de la Revolución que encabezaba Fidel Castro, y en la isla toma contacto con Ernesto “Che” Guevara, el médico argentino que se convertirá en la figura emblemática de ese proceso político que tuvo una influencia decisiva para la izquierda latinoamericana.
Eran los tiempos en los cuales desde la Unión Soviética se iniciaba una revisión de las políticas encaradas por Stalin, y Vargas va a mostrarse crítico con las críticas que en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) se formularon contra la figura del fallecido dictador.
En 1962, las discusiones en torno al legado de Stalin se profundizaron en el seno del Partido Comunista Argentino, y Vargas, desde la filial de La Plata fustigaba “la desviación oportunista” en la cual –según su visión– había ingresado la conducción del partido.
En 1967, da a conocer junto con sus camaradas platenses el documento “¿Por qué no se quiere discutir”, donde planteaba todas sus observaciones doctrinarias, y el 6 de enero de 1968 funda el Partido Comunista Revolucionario, que estará en lìnea con las posturas del líder chino Mao Tse Tung.
En los años 70, junto al dirigente sindicalista René Salamanca recupera el sindicato SMATA Córdoba desde una posición clasista, en lo que significó una de las experiencias más novedosas de la izquierda argentina.
En 1974, y bajo su conducción, el PCR asumió una postura de acercamiento con el gobierno de Isabel Martínez de Perón, que le valió numerosas críticas desde otros sectores de la izquierda argentina, y que Vargas justificaba como una política que permitiría evitar un golpe militar.
En los años 90, apoyó desde la conducción del partido la creación de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), una agrupación social constituida con el propósito de participar en las luchas de los desocupados y excluidos, y que aún continúa vigente con una importante presencia territorial.