Fue la máxima autoridad de la iglesia católica en la ciudad entre los años 2006 y 2014
La Conferencia Episcopal Argentina confirmó este sábado el fallecimiento de José Luis Mollaghan, quien fue arzobispo de Rosario entre 2006 y 2014. Tenía 79 años y, en los últimos años, se desempeñaba como miembro del Dicasterio para la Doctrina de la Fe en el Vaticano.
“Con profundo dolor comunicamos que en la mañana de hoy, sábado 7 de junio, en la Ciudad de Buenos Aires, ha fallecido el Arzobispo emérito de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan. Rezamos unidos por su eterno descanso”, expresó la CEA en un comunicado.
Nacido en Buenos Aires el 2 de mayo de 1946, Mollaghan fue ordenado sacerdote en 1971. En 1993, el papa Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Teuzi y auxiliar de Buenos Aires. Ese mismo año asumió como obispo de la catedral porteña y, años después, en 2000, fue designado obispo de San Miguel.
En marzo de 2006 asumió como arzobispo de Rosario, cargo que ocupó durante ocho años. En mayo de 2014, el papa Francisco lo convocó a Roma como miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, uno de los órganos más importantes del Vaticano.
Además de su labor pastoral, Mollaghan fue secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina entre 1994 y 1999, y también integró el Consejo de Asuntos Jurídicos del organismo.
“Damos gracias a Dios por su vida y ministerio, especialmente los años al servicio de esta Conferencia Episcopal Argentina”, agregó el comunicado, que concluye: “Nos unimos en oración invocando a Nuestra Madre de Luján, pidiendo por el eterno descanso de Mons. Mollaghan e imploramos para él luz que no tiene fin”.
Carta al arzobispo de Rosario
La Conferencia Episcopal Argentina le envió un mensaje al actual arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín.
Querido hermano:
En nombre de la Conferencia Episcopal Argentina, queremos hacerte llegar nuestra cercanía y afecto en estos momentos de dolor para la Iglesia que peregrina en Rosario. La partida de quien fuera su pastor durante casi diez años nos ha tomado a todos por sorpresa.
Hace unas pocas semanas como cuerpo episcopal hemos podido compartir la Asamblea Plenaria donde la presencia entusiasta y colaborativa de Mons. Mollaghan se hizo sentir positivamente. Valoramos especialmente el renovado entusiasmo y pericia que puso al servicio de la memoria de Mons. Ponce de León en estos últimos años de su vida.
Con afecto comprometemos nuestras oraciones por esa querida arquidiócesis y por el eterno descanso de Mons. Mollaghan. Con Uds. suplicamos a Nuestra Madre del Rosario que interceda por él en esta hora de su muerte y abra para su hijo las puertas de la Casa del Padre.