Fernando Fuglini, director de la empresa "Dale Más", contó el sufrimiento que significó la apertura de importaciones y celebró la compra por parte de YPF
Fernando Fuglini, director de la empresa «Dale Más», contó el sufrimiento que significó la apertura de importaciones y celebró la compra por parte de YPF
Los ingleses nunca lo admitieron ni lo harán, pero fue en la ciudad cordobesa de Bell Ville en 1931 donde se inventó la pelota de fútbol sin tiento, la que revolucionó ese deporte por una doble mejora: no sólo eliminó el cordón de cuero, sino que incluyó la válvula de aire. Es el mismo lugar donde se fundó la primera fábrica de pelotas de Argentina, que llegó a producir 12.000 unidades por mes. La misma que en los últimos cuatro años trató de sobrevivir a la importación indiscriminada.
Por eso, la noticia de que YPF dejará de importar de China y Pakistán sus tradicionales pelotas de promoción para el verano y ahora se las comprará a una pyme nacional trajo alivio en las empresas de la ciudad, aunque en diálogo con CLG, Fernando Fuglini, director de la firma “Dale Más”, aclaró que es “solo una partida de 1.500 pelotas divididas en 7 fabricantes (seis de Bell Ville y uno de Morrison)”.
“Se tergiversó bastante. Lo que hizo YPF fue comprar ese lote de cuero marrón oscura de la réplica del año 1931, motivo por el que declarar a Bell Ville capital nacional de la pelota de fútbol. Son de regalo, aunque no tenemos claro como la van a comercializar. Si bien no nos hace una gran diferencia, entendemos que es abrir la puerta para mirar al mercado interno. Lo que lo tomamos como algo positivo”, indicó Fuglini.
Desde hace años, Bell Ville a 210 kilómetros de la ciudad de Córdoba es la «capital nacional de la pelota de fútbol». La declaración la hizo el Congreso en reconocimiento al invento (patentado) de la «superball» (con pico y costuras invisibles) de Luis Polo, Antonio Tosolini y Juan Valbonesi. Ese balón se usó por primera vez en un partido oficial de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en setiembre de 1936 entre Belgrano y Newell’s, y fue incorporada por la FIFA en el Mundial de 1938 de Francia.
Desde allí, la producción y ventas crecieron a pasos agigantados, hasta el año 2015. Según explicó Fuglini, “Dale Más es la empresa más antigua de la región, nació en 1965, y los peores años que tuvimos, y lo digo sin simpatizar con ningún partido político, fueron los últimos cuatro del gobierno anterior”. Y comentó: “Nunca pensamos en cerrar, pero nos tuvimos que conformar con mantenernos abiertos achicándonos bastante y volcándonos un poco a la fabricación de indumentaria”.
En este sentido, y consultado sobre el cambio de gobierno, el directivo de la empresa cordobesa se mostró ilusionado con que las cosas mejoren en el mediano plazo. “Ojalá vengan tiempos mejores y que vengan también de otras ligas y clubes a comprar a nuestra ciudad, porque si bien somos competencia comemos asados todos juntos. Acá hay un potencial de 5 mil costureros y mucha mano de obra en la fabricación”, manifestó.
Sin embargo, Fuglini alertó sobre las dificultades de competir con otros mercados. “Para que podamos exportar necesitamos un dólar de 300 pesos, aunque parezca una locura. Para ser competitivo uno de 150 pesos. Estuve en el sudoeste asiático y las pelotas valen 2 o 3 dólares, es imposible competir con esos precios, con países que tienen leyes laborables flexibles”.
“Los chicos no pueden estar doce horas en frente de la computadora, algo va a tener que cambiar. Volvamos al fútbol. Porque no sé cómo llegarán físicamente a los 40 años. Hoy se juega menos a la pelota. Ya no hay campitos, son todos clubes privados y edificios”, concluyó
El uso de las pelotas de YPF: no son para el verano
Los balones cordobeses serán usados para regalos de YPF.
Las siete fábricas de Bell Ville y Morrison le vendieron a YPF una pelota de cuero, especialmente diseñada como réplica del año 1931. No está destinada para el juego. Es para adorno o regalo empresarial.
¿Qué harán con los 1.505 balones en YPF? “Todavía no está definido. Algunos se entregaron a determinados socios, por determinados niveles de consumo”, dicen desde la petrolera.
Cada una de las siete fábricas hizo 215 balones, que se pagaron 930 pesos cada uno, según confirmaron desde Bell Ville. El pasado 19 de diciembre se entregó el último envío y el negocio quedó cumplido.