Denuncian que la empresa no pagó las indemnizaciones correspondientes, pese a la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo
La fábrica de pisos cerámicos Ilva, ubicada en el Parque Industrial de Pilar, cerró definitivamente a comienzos de septiembre, afectada por la caída del consumo, el aumento de costos y la apertura de importaciones. La medida dejó a más de 300 empleados despedidos, quienes denuncian que la empresa no pagó las indemnizaciones correspondientes, pese a la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo bonaerense.
Trabajadores bloquearon el acceso al parque industrial en reclamo de sus derechos, mientras que los gremios acusaron a Ilva de impulsar retiros voluntarios por debajo de lo legal. La empresa intentó justificar su accionar amparándose en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite pagar solo el 50% de las indemnizaciones en situaciones de crisis, pero ni siquiera habría cumplido con esa obligación.
El conflicto recibió apoyo político: el gobernador Axel Kicillof y el intendente de Pilar, Federico Achával, se comprometieron a acompañar a los trabajadores. La Federación Obrera Ceramista (FOCRA) también busca respaldo institucional por parte de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Este cierre refleja una crisis más amplia en el sector cerámico, con una caída del 25 al 30% en las ventas en el último año y presión de productos importados. Ante este escenario, gremios y empleados piden declarar la emergencia laboral en Pilar para evitar nuevos cierres.
