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Política y Economía

Ezequiel Beer: «El problema que tiene Alberto Fernández es de iniciativa política»


El analista político cercano a Daniel Scioli dialogó con CLG sobre la actualidad política argentina, en dónde está parado el gobierno y cuál es el rol de la oposición

Por Gonzalo Santamaría

La pandemia puso en jaque al mundo. Acorraló a un sistema sanitario, a nivel internacional, que no estaba preparado para un virus de tal magnitud y expuso otras falencias sociales, culturales, económicas y políticas. Pasaron más de nueve meses desde la aparición del Covid-19 en el planeta y la nueva normalidad cada vez parece alejarse más. En el medio, Argentina. Desde que Alberto Fernández decretó la cuarentena en todo el territorio nacional pasaron más de seis meses donde el país se vio comprometido con una grieta entre el oficialismo y la oposición que, a pesar de la convivencia con el nuevo coronavirus, se agravó.

Esta crisis, mundial, sorprendió a la Argentina con graves problemas económicos. Es sabido la falta de dólares en el Banco Central de la República Argentina y una renegociación de la deuda externa, que según el gobierno, tuvo resultados positivos. Además la crisis social, habitacional y laboral que tiene décadas de historia. Sumado a los cruces políticos con polémicas en temas como seguridad, justicia y salud.

Para profundizar el análisis, CLG dialogó con Ezequiel Beer, licenciado en Geografía de la Universidad de Buenos Aires y analista político del peronismo cercano a Óscar Cuartango, fundador del Grupo Descartes, y Daniel Scioli, ex vicepresidente y ex gobernador de la provincia de Buenos Aires. «El problema que tiene Alberto Fernández es de iniciativa política», resumió.

Ezequiel Beer

Beer detalló que el mundo, previo a la pandemia, tenía una crisis financiera que no sólo generó un fuerte proceso de endeudamiento en los hogares, empresas y Estados, sino que nunca tuvo una resolución clara. Los únicos beneficiados, explicó el analista, fueron los grandes acreedores capitalistas del mundo.

En este contexto, Alberto Fernández se encontró con “las siete plagas de Egipto” relacionó el geógrafo: “Recibe una crisis financiera global; una disminución constante del PBI desde el 2015; un agravamiento de la situación económica durante la anterior gestión; un endeudamiento que al día de hoy llega al 90% del PBI; y de premio vino la pandemia”.

“Esta crisis está cercenando las expectativas de los argentinos y da como un primer efecto una pobreza promedio del 50%”, estimó Beer y agregó una caída “absoluta” del PBI y números económicos en rojo que duplican las cifras mundiales. “Esto también es por lo heredado”, sentenció.

Además explicó que Argentina en 100 años perdió su título de “granero del mundo” ya que en 1920 las exportaciones nacionales representaban el 3% del comercio mundial y en 2020, sólo representa el 0,4%. Para compararlo con América Latina, definió Beer, los porcentajes actuales representan el 3,2% de la mercancía comerciada a nivel mundial y países como Paraguay o Chile superaron a Argentina en la inserción al comercio internacional. Además, ejemplificó que sólo Italia tiene el mismo porcentaje de exportaciones mundiales que toda la región latina. “Si América Latina tiene una porción marginal, Argentina tiene una aún más debido a que su oferta exportadora no varío en un siglo, más allá de la soja”, esgrimió.

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En consecuencia, las arcas argentinas se ven fuertemente afectadas por la falta de dólares, que deriva en una devaluación continua. Beer puntualizó: “No se va a resolver esto generando planes para activar el consumo o recuperando dinero mediante medidas fiscales, eso es algo paliativo, no puede ser un plan”.

Allí, fue claro: “El gobierno no tiene un plan y lo digo como crítica constructiva. Daría la impresión que las decisiones se frenan ante un conflicto interno del oficialismo y se da marcha atrás. Argentina tiene que tratar de tener una estrategia”.

“El problema que tiene Alberto Fernández es de iniciativa política –añadió y remarcó- no importa que lo cuestione un medio concentrado o un sector económico, uno cunado tiene decisión toma un camino y camina”.

En este sentido, criticó la mala gestión en recursos como el oro, la pesca en la plataforma continental argentina o el desaprovechamiento de la Patagonia. Además instó a proponer un plan para cambiar la mentalidad alimenticia del argentino y virar de la carne al pescado, que es más redituable pensando en el futuro.

La pandemia desgastó al gobierno. El perfil dialoguista que mostró en el comienzo de la gestión se fue diluyendo. “Daría la impresión que la crisis política y la economía se comió cierta parte de su capital político”, expresó el analista y destacó que las próximas elecciones legislativas tendrán un tinte “presidencial”, pero que “la gente no ve una recuperación económica”.

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Pensando en el 2021, Ezequiel Beer desarrolló tres problemas que afronta el gobierno: “Hay problemas de expectativas, mediáticos ya que 90% de los medios juegan en contra y tienen un problema interno porque el Frente para Todos son doce partidos y no decide uno solo, sino cuatro o cinco que tienen miradas diferentes y no es por demonizar a CFK como la que manda, eso es una cosa infantil para la media”.

Sin embargo, el analista político anunció que aún restan casi 10 meses y en ese tiempo, intensificado en la campaña electoral, la “competencia será feroz”. A título personal indicó que la estrategia del oficialismo debe ser “desenmascarar a la derecha porque la gente no sabe que el anterior gobierno devaluó un 600% por ejemplo y si en 2023 hay un presidente neoliberal se viene la dolarización, es decir que perdemos autonomía monetaria”.

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En referencia a la oposición, hoy en día con Juntos por el Cambio como máximo referente, sostuvo que tienen “un dilema” ya que centran sus “deseos imaginarios de retorno al poder sin ningún tipo de lectura geopolítica a nivel mundial sobre cuáles son las realidades de las ideologías que se impusieron por la pandemia”.

Beer se reconoce como un peronista, aunque sus comienzos lo tuvieron en el socialismo, al conocer a Cuartango “su padre político” como él lo define se unió a las filas del Justicialismo. Por eso apuntó duramente contra la oposición: “Lo único que puede ofrecer la derecha argentina es el ajuste, la dolarización, la represión, la concentración de la riqueza, la fuga de capitales, la desindustrialización y el desempleo”.

La oposición, según Ezequiel, tiene planes “alejados de la realidad” que están relacionados al liberalismo y la meritocracia y se “disfrazan de republicanismo, división de poderes, de libre mercado y libertad de prensa e individual”. Además señaló sobre el final de la entrevista con CLG que tienen una “fuertísima complicidad con los medios masivos” y que a través de ellos “intentan convencer que el gobierno fracasó” pero “fallan en el trabajo político”.