El hecho en la fábrica de la principal productora de herbicidas en Latinoamérica dejó un herido grave y generó alarma en la comunidad
Durante la madrugada de este miércoles, un reactor de la fábrica Atanor, ubicada en San Nicolás, sufrió una explosión que dejó un trabajador gravemente herido y causó gran preocupación entre los vecinos debido al ambiente irrespirable que se generó en la zona.
El incidente ocurrió alrededor de las 3.30 en la intersección de las calles Rivadavia y Pombo, donde se encuentra la planta productora de la empresa. Según explicó Atanor a través de un comunicado, la explosión fue el resultado de un «incremento de presión en el proceso de síntesis química de atrazina, que generó la ruptura de la tapa del reactor afectado al proceso». Esto provocó un incendio en el área de aminación de la planta, que requirió la intervención de los bomberos locales.
Además del herido grave por las heridas causadas por el derrame de ácidos durante la explosión, los vecinos de la zona reportaron una densa nube de humo y un olor «muy tóxico», lo que generó dificultades respiratorias y malestar generalizado. En las redes sociales, algunos residentes expresaron su indignación y temor ante la situación, describiendo la experiencia de correr con los ojos llorosos y la respiración entrecortada.
La fábrica Atanor, la principal productora de herbicidas en Latinoamérica, ha estado bajo escrutinio por cuestiones ambientales en el pasado. El año pasado, fue condenada por verter desechos tóxicos ilegalmente en el río Paraná, lo que provocó la muerte de numerosas personas en la ciudad. La Justicia de Ejecución Penal de San Nicolás dictó una sentencia definitiva contra la empresa por daño ambiental de incidencia colectiva, aunque el proceso sigue en trámite debido a demoras judiciales.
Este último incidente ha renovado las preocupaciones de la comunidad sobre la seguridad y el impacto ambiental de las operaciones de Atanor en la región. Las autoridades locales han anunciado que se llevará a cabo una investigación exhaustiva para determinar las causas de la explosión y evaluar cualquier riesgo potencial para la salud pública y el medio ambiente.