El exjefe de inteligencia de Venezuela, Cristopher Figuera, quien huyó a Colombia tras coordinar una fracasada rebelión contra el presidente Nicolás Maduro en abril, llegó el lunes a Estados Unidos con la certeza de que el mandatario puede caer, informó el Washington Post.
«Estoy orgulloso de lo que hice», dijo Figuera en una entrevista con el diario estadounidense realizada la semana pasada en Bogotá y publicada el lunes.
«Por ahora, el régimen se nos ha adelantado. Pero eso puede cambiar rápidamente», agregó. Figuera fue cesado como director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en medio del fallido alzamiento militar contra Maduro del 30 de abril, liderado por el líder opositor Juan Guaidó.
Figuera, otrora jefe de seguridad del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez, mentor de Maduro, estuvo dos meses escondido en la capital colombiana hasta su llegada a Estados Unidos el lunes, según el Post.
El diario dijo que, en las 12 horas que conversó con Figuera, el militar develó graves hechos de corrupción vinculados al gobierno de Maduro. Señaló negocios ilícitos de oro con participación de un asistente de Nicolás Maduro Guerra, hijo del mandatario.
Denunció casos de lavado de dinero vinculados al exvicepresidente Tareck El Aissami, actual ministro de industrias, y acusado en Estados Unidos de narcotráfico.
Dijo además que células de Hezbolá operan en varios puntos de Venezuela, y reveló una fuerte influencia cubana en el palacio presidencial en Caracas, con llamadas constantes a Maduro del expresidente de Cuba Raúl Castro.
«Me di cuenta de que Maduro es el jefe de una empresa criminal, con su propia familia involucrada», dijo, citado por el Post, el hombre llamado «topo» de la CIA por Maduro.
Sus declaraciones y la noticia de su llegada a Estados Unidos se conocen el mismo día en que el exjefe policial venezolano Iván Simonovis, detenido en 2004, anunció en Twitter estar en libertad junto a fotos que lo ubican en la capital estadounidense.
«¡ESTOY LIBRE!», escribió. «Estoy en la calle gracias al esfuerzo de muchas personas, pero en especial al de los funcionarios activos que no están al servicio de la tiranía. Ellos están del lado correcto: el de la Libertad y Democracia para Venezuela».
Simonovis, que purgaba una pena de 30 años por dos asesinatos cometidos durante un golpe de Estado contra Chávez en 2002, evadió el 16 de mayo el arresto domiciliario en el que estaba recluido desde 2014 tras un «indulto» emitido por Guaidó en su calidad de presidente interino, cargo que reconocen más de 50 países.
El excomisario de la policía de Caracas no había informado sobre su paradero, pero este lunes tuiteó dos fotos en las que se lo ve junto a una ofrenda floral al pie del monumento al libertador Simón Bolívar en el centro de Washington.
Simonovis era considerado por la oposición y organizaciones de derechos humanos como uno de los «presos políticos» más antiguos en Venezuela.