El mieloma es el segundo cáncer más común de la sangre y es considerado incurable al día de hoy
Un hospital de Barcelona presentó hoy un tratamiento que según sus médicos logró un 60% de remisión del mieloma múltiple, en un ensayo clínico con 30 pacientes con resistencia a las terapias habituales.
El director del Hospital Clínic de Barcelona Josep Maria Campistol, aseguró que el tratamiento, llamado ARI-0002h y el primero desarrollado con células en Europa para esta enfermedad, supondrá «un cambio sustancial en la calidad y expectativa de vida» de los pacientes con esta dolencia.
El mieloma es el segundo cáncer más común de la sangre y es considerado incurable al día de hoy, según informó la agencia DPA..
El coordinador del ensayo, Carlos Fernández de Larrea, dijo que los 30 pacientes mostraron respuesta al tratamiento, logrando un 100% de eficacia, algo relevante ya que todos habían sido «refractarios» a la última línea de tratamiento que habían recibido, y de media se habían sometido a cuatro terapias.
Además, tras un año de seguimiento, el 75% de los participantes en el estudio están vivos y su enfermedad no ha dado signos de avance, dijo Fernández de Larrea.
El nuevo tratamiento usa células CAR-T (linfocitos T modificados en el laboratorio) que, en este caso, han sido tratadas para que reconozcan una proteína en la superficie de las células malignas y así reconocerlas mejor y atacarlas.
El Clínic ha trabajado con cinco hospitales, algo que según el jefe de su servicio de Inmunología, Manel Juan, supone «dar un paso más allá» en el objetivo de encontrar tratamientos que sean útiles para los pacientes de toda España.
El hematólogo Julio Delgado dijo que la Agencia Europea del Medicamento ha decidido designar este tratamiento como «prioritario» y que se está negociando con la Agencia Española del Medicamento para conseguir su autorización por la vía de la exención hospitalaria (ahora se está administrando bajo el marco del ensayo clínico).
El mieloma múltiple se caracteriza por un «crecimiento incontrolable» de las células plasmáticas, que viven normalmente en la médula ósea.
Se han logrado avances en su abordaje, sin embargo «los pacientes que ya han recibido varias líneas de tratamiento pueden ver limitadas sus opciones terapéuticas», y de ahí la necesidad de seguir estudiando nuevas alternativas, según los médicos.