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Mensaje de Navidad

Ex presidentes criticaron al Papa por sus dichos sobre Nicaragua y Venezuela


El pasado 25 de diciembre, el Papa Francisco envió su mensaje de Navidad. Al pronunciar su discurso, hizo referencia a Venezuela y Nicaragua, y deseó que ambos países puedan resolver sus problemas mediante el diálogo y vías pacíficas. Sin embargo, miles fueron las críticas que recibió por omitir las denuncias de violaciones a los derechos humanos perpetradas por los regímenes de Nicolás Maduro y Daniel Ortega.

En esta oportunidad, veinte ex presidentes de América Latina lo cuestionaron en una carta que realizaron. El duro escrito fue para hacer un llamado de atención al pedido de «concordia» de Francisco.

«Nos preocupa el llamado de Su Santidad a la concordia, ya que, en el contexto actual, puede entenderse ello como un pedido a los pueblos que son víctimas para que se acuerden con sus victimarios», señala el texto.

Y agrega: «La expresión de Su Santidad, que la sabemos dicha de buena fe y guiada por su espíritu de pastor, está siendo interpretada de un modo muy negativo por las mayorías de Venezuela y Nicaragua. Sobre todo, por cuanto no existe, actualmente, en dichos países, un diferendo político que reclame de entendimiento, tolerancia, entre fuerzas encontradas con narrativas distintas, dentro de una democracia normal o deficiente que hoy lamentablemente no existe en estos».

Asimismo, la carta detalla que los venezolanos son «víctimas de la opresión de una narco-dictadura militarizada, que no tiene reparos en conculcar de manera sistemática los derechos a la vida, a la libertad y a la integridad personal». También hace referencia a los más de tres millones de refugiados que ya han huido de la crisis, «en una diáspora que proyecta la ONU, para 2019, a 5,4 millones de personas».

En su mensaje de Navidad, Francisco deseó que Venezuela encuentre la «concordia» y que llegue la «reconciliación» a Nicaragua.

«Que este tiempo de bendición le permita a Venezuela encontrar de nuevo la concordia y que todos los miembros de la sociedad trabajen fraternalmente por el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población», manifestó. Además de registrar una de las mayores diásporas en la historia de la región, Venezuela está sumida en una profunda crisis humanitaria y económica. Mientras el FMI proyecta una inflación de casi un millón por ciento, la población sufre la escasez de alimentos y medicinas.

Por su parte, en Nicaragua la población sigue saliendo a las calles a pesar de la brutal represión del régimen de Ortega, que ya dejó más de 400 muertos, según organismos de derechos humanos locales.

La dura misiva publicada este lunes fue liderada por Oscar Arias, ex presidente de Costa Rica, e impulsada por Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA).

A continuación, la carta completa:

Los que suscribimos, como ex Jefes de Estado y de Gobierno hemos sido firmantes de las declaraciones sobre Venezuela y Nicaragua emanadas de Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), y como tales nos dirigimos a Usted con motivo de su reciente mensaje de Navidad, en el que llama «a la concordia» a los pueblos de ambas naciones.

Como se lo expresáramos a Su Santidad en anterior misiva, sabemos de su preocupación por el sufrimiento que hoy padecen, sin distingos, todos los venezolanos y ahora los nicaragüenses. Los primeros son víctimas de la opresión por una narco-dictadura militarizada, que no tiene reparos en conculcar de manera sistemática los derechos a la vida, a la libertad y a la integridad personal y, además, como consecuencia de sus políticas públicas deliberadas y una palmaria corrupción que escandaliza mundialmente, somete a estos a condiciones de hambruna generalizada y falta de medicinas. Los segundos, a mediados de año, fueron víctimas de una ola de represión que deja como saldo casi 300 muertos y unos 2.500 heridos.

De modo que nos preocupa el llamado de Su Santidad a la concordia, ya que, en el contexto actual puede entenderse ello como un pedido a los pueblos que son víctimas para que se acuerden con sus victimarios; en lo particular, en el caso venezolano, con el gobierno que ha causado 3.000.000 de refugiados, en una diáspora que proyecta la ONU, para 2019, a 5,4 millones de personas.

La expresión de Su Santidad, que la sabemos dicha de buena fe y guiada por su espíritu de pastor, está siendo interpretada de un modo muy negativo por las mayorías de Venezuela y Nicaragua. Sobre todo, por cuanto no existe, actualmente, en dichos países, un diferendo político que reclame de entendimiento, tolerancia, entre fuerzas encontradas con narrativas distintas, dentro de una democracia normal o deficiente que hoy lamentablemente no existe en estos. Sus poblaciones enteras son sometidas al sufrimiento por sus gobiernos, bajo regímenes que sirven a la mentira, y los líderes sociales y políticos, los conductores de opinión y prensa, sufren cárcel, persecuciones y también la muerte, como le consta a los organismos americanos y europeos de derechos humanos.

Su Santidad:

La Encíclica Ad Petri Cathedram reza que el llamado a la concordia ha de hacerse, fundamentalmente, «a los que gobiernan las naciones». «Los que oprimen a otros y los despojan de su debida libertad no pueden ciertamente contribuir a esta unidad» de las inteligencias, de los espíritus, de las acciones, como lo recuerda su predecesor, San Juan XXIII, y que todos anhelamos reconquisten los queridos pueblos de Venezuela y de Nicaragua a partir de la verdad y de la justicia, para que gocen de una justa paz.

Deseamos a Su Santidad que esté pasando una feliz Pascua de Navidad. Quedamos a la espera de encontrarle en una circunstancia propicia.

Cordialmente,

Oscar Arias, Costa Rica

Nicolás Ardito Barletta, Panamá

Enrique Bolaños, Nicaragua

Alfredo Cristiani, El Salvador

Felipe Calderón, México

Rafael Ángel Calderón, Costa Rica

Laura Chinchilla, Costa Rica

Fernando De la Rúa, Argentina

Vicente Fox, México

Eduardo Frei, Chile

César Gaviria T., Colombia

Osvaldo Hurtado, Ecuador

Luis Alberto Lacalle, Uruguay

Jamil Mahuad, Ecuador

Mireya Moscoso, Panamá

Andrés Pastrana A., Colombia

Jorge Tuto Quiroga, Bolivia

Miguel Ángel Rodríguez, Costa Rica

Álvaro Uribe V., Colombia

Juan Carlos Wasmosy, Paraguay