Por Ariana Operti
Dražen Juraga nació en Zagreb y vino a vivir a Argentina cuando tenía 14 años. Es uno de los miles de croatas que se encuentran en el país y este domingo estarán atentos a lo que ocurra en el estadio Olímpico Luzhniki, en Moscú. Apostado en Rosario además de ser arquitecto, fue cónsul honorario del país europeo en la ciudad, y habló Con La Gente sobre cómo disfruta este momento: «Esto es un sueño».
«Hay un dicho en croata que dice ‘Mala zemlja. Veliki snovi’, que quiere decir ‘Pequeño país y grandes sueños’, en Croacia nunca dejamos de soñar. Siempre lo hicimos en grande, esto es un sueño», dijo el ex diplomático, que agregó sincero: «Se está convirtiendo en una realidad que un poco nos ha sorprendido a nosotros mismos».
Juraga aclaró que no conoce mucho de fútbol pero que personalmente está viviendo la clasificación de su país de origen a la final del Mundial con «gran euforia». «Para calificar el juego, no estoy capacitado, pero sí el espíritu de los jugadores», manifestó.
«Lo que hemos demostrado en este Mundial es la voluntad de lucha, de no bajar los brazos. En todos los partidos nos empezó yendo mal y los terminamos ganando, eso es corazón. Por supuesto que hay calidad futbolística, técnica, estrategia y todo lo demás… pero lo logrado es basado fundamentalmente en una voluntad y un corazón a toda prueba», analizó el padre del actual cónsul para el Litoral, Mirko Juraga.
«Lo que hemos demostrado en este Mundial es la voluntad de lucha, de no bajar los brazos»
El arquitecto aseguró que tiene «la esperanza de que el domingo siga funcionando» pero que si no lo hace, ser el segundo mejor equipo del mundo es «un montón» para Croacia. Es por ello que, sin importar qué ocurra en el partido definitivo, el plan es juntarse en el Monumento a la Bandera para festejar «un primer o segundo puesto», a las 16. El juego, lo verá reunido con su familia.
«La participación exitosa en el Mundial nos dio chapa y presencia. Hay gente que nunca escuchó hablar de Croacia y ahora conoce de sus jugadores, entrenador, anécdotas. Estamos en el candelero, fuimos más o menos una sorpresa y eso, por suerte, va a ayudar a despertar más interés», expresó también.
Croacia es la selección que más minutos jugó durante el campeonato del mundo. Respecto a esto Juraga aclaró que no sabe como repercutirá esa situación en los futbolistas: «Según los técnicos, no se es algo que se recupere en un par de días. Viendo los últimos encuentros, ya directamente era todo puro corazón, no había piernas ni pulmones. Había voluntad, esperemos con eso se subsane todo el cansancio».
Países distintos pero con «cosas en común»
El nacido en Croacia destacó que entre Argentina y su país de origen hay diferencias en cuanto a «idiosincrasia, topografía, dimensión» pero también varias «cosas en común». «No son muy buenas, a destacar que en ambos hay problemas de desocupación», explicó.
«El estándar de vida allá (en Croacia) no es espléndido pero gracias al turismo, se ha mejorado mucho. En julio y agosto la ocupación hotelera es del 100%, difícil conseguir hospedaje», contó sobre la república balcánica. Además, agregó el dato: «Si tengo que aconsejarle a alguien de ir a Croacia a visitarla, sugiero junio o septiembre, que hay menos gente, es temporada un poco más barata y aún está el clima templado para aprovechar del mar y la naturaleza que ofrece».
Juraga aseguró que cada vez que se enfrentan «en el deporte que sea» Argentina y Croacia, se le presenta una lucha interna complicada. «Un conflicto entre mis orígenes y mis amores. Mi mujer es argentina. Soy arquitecto, me he recibido acá», específico.
Justamente, cuando se enfrentaron ambos seleccionados de fútbol por el segundo partido de la zona de grupos tuvo «serios conflictos» consigo mismo: «Toda mi vida ha transcurrido aquí pero hay otro dicho que dice ‘Krv nije voda’, que significa que ‘la sangre no es agua’, y eso tira… Obvio me incline por uno pero no quiero que trascienda. Ahora, es facilísimo saber quién quiero que gane».