El ex presidente de Bolivia fue acusado de promover marchas y bloqueos en algunos puntos del país los últimos días
El gobierno interino de Bolivia que preside Jeanine Áñez promovió en las últimas horas una nueva denuncia contra el ex presidente Evo Morales. En este caso, por «genocidio» y «terrorismo», al sostener que es responsable de las movilizaciones y los bloqueos ocurridos en las últimas semanas en las vías de acceso a algunos puntos del país, sumido en una grave crisis socio-política por la reiterada postergación de las elecciones.
El ministro de Justicia, Álvaro Coimbra, confirmó hoy que la denuncia, presentada ante la Fiscalía de La Paz, señala también al candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) a las postergadas elecciones presidenciales, Luis Arce, y su compañero de fórmula, el ex canciller David Choquehuanca.
«Hemos presentado una denuncia en contra de estas personas, por delitos de genocidio, terrorismo, sedición, delitos contra la salud, medio ambiente, los servicios básicos, destrucción de lugares públicos e instigación pública a delinquir», enumeró Coimbra.
Entre los señalados también se encuentran el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, y los dirigentes del MAS en Cochabamba Andrónico Rodríguez y Leonardo Loza.
La semana pasada el Gobierno ya había anunciado que presentaría una demanda contra Morales y otros dirigentes del MAS, a quienes acusa de ser responsables de al menos una treintena de muertes por coronavirus de pacientes que no habrían recibido oxígeno y otros insumos médicos por los bloqueos en rutas, cuestión que el MAS y la central sindical desmintieron con el apoyo de videos que emitieron en redes sociales.
Las organizaciones decidieron hacer bloqueos en rutas si el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no daba marcha atrás en su decisión de aplazar los comicios, esta vez previstos para el 18 de octubre, debido, argumentó, a la situación de la pandemia de coronavirus.
En este sentido, y debido a las cifras de Covid-19 que las autoridades sanitarias reportan a diario, el Gobierno de Áñez reiteró en varias ocasiones su petición de que no se lleve a cabo movilización alguna para evitar eventuales contagios.
La propia Áñez pidió ayer «reflexión» ante el riesgo de contraer el virus en estas concentraciones, reportaron medios locales y la agencia de noticias Europa Press.
Sin embargo, tras varias reuniones, la última convocada anoche por Áñez a la que no acudió el MAS, el TSE decidió mantener la fecha del 18 de octubre afirmando que es la única manera de proporcionar «mejores garantías de salud».
El MAS denunció una táctica del oficialismo para impedir que Arce, favorito en todas las encuestas, gane las elecciones presidenciales.
La crisis política en Bolivia estalló con las pasadas elecciones del 20 de octubre, cuando la oposición denunció un fraude electoral de Morales, confirmado por la Organización de Estados Americanos (OEA), tras una investigación que el ex mandatario indígena, organizaciones políticas y sociales e incluso varios medios nacionales e internacionales tildaron de sesgada y falta de pruebas consistentes .
Morales dimitió y se exilió primero en México y luego en la Argentina, y en Bolivia hubo una ola de disturbios que se saldó con más de 30 muertos en enfrentamientos entre partidarios y detractores con las fuerzas de seguridad.
Los partidos acordaron repetir las elecciones el 3 de mayo pero los comicios tuvieron que ser aplazadas por el coronavirus.
Ante la imposibilidad de fijar una nueva fecha, el Congreso -controlado por el MAS- determinó el 6 de septiembre, algo aceptado en un principio por el TSE, aunque no por el Gobierno, que insistió en aplazar aún más los comicios agravando la crisis y elevando al máximo el grado de tensión social.