La organización separatista vasca ETA está sometiendo su disolución a un debate y una votación interna, más de seis años después de abandonar la lucha armada, anunció este jueves el diario Gara, que publica extractos de un documento de la dirección de la banda favorable a su fin definitivo.
«Nos corresponde cerrar el tiempo del conflicto armado y las situaciones relacionadas, para ofrecer todas nuestras fuerzas a potenciar el proceso político», escribe la dirección de ETA en un documento al que ha tenido acceso Gara y que, según este diario, es lo que se está debatiendo y votando.
El rotativo, que suele publicar los comunicados de la organización, asegura que «el desenlace se espera para antes del verano», y precisa que está habiendo una «alta participación», para «dar la mayor amplitud y solidez a esta trascendental decisión».
«La situación más beneficiosa para nosotros, así como para los sectores populares y la clase trabajadora vasca, no es otra que dejar la anterior fase definitivamente atrás y abrir totalmente la nueva», escribe también la cúpula de ETA en esta propuesta.
En declaraciones a la radio Cadena SER, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, no confirmó que al gobierno español le conste esa votación, y a la pregunta de si el fin definitivo de ETA llegará este año, contestó que de momento carece de «elementos de juicio para decir que así pudiera ser».
Tras más de cuatro décadas de violencia que dejaron 829 muertos atribuidos a la organización, aparte de secuestros y campañas de extorsión a empresarios, ETA renunció en octubre de 2011 a la lucha armada por la independencia del País Vasco y Navarra.
Un debate de meses
En abril de 2017 ETA ya anunció un debate interno sobre su futuro, tras finalizar el día 8 de ese mes lo que presenta como su «desarme total» con la entrega a la justicia francesa, a través de intermediarios, de una lista de ocho depósitos de armas y explosivos en Francia.
En aquel texto, que calificaba de «éxito» el desarme de la organización, ETA ya señalaba que tomaría «decisiones entre todos sus miembros de cara a avanzar», según Gara.
La organización, que tendría entre 20 y 30 miembros en la clandestinidad y los demás, menos de 400, en cárceles francesas y españolas, ha tomado tradicionalmente sus decisiones al cabo de debates internos.
En este caso haría su anuncio a tiempo para que tenga rédito político, antes de las elecciones municipales y forales de mayo de 2019.
En esa línea, el documento sometido a votación y citado por Gara incide en que la izquierda independentista vasca «ha demostrado suficiente madurez y capacidad de lucha» y «resulta mucho más eficaz para materializar el reto al que nos enfrentamos hoy en día».
Actualmente, la coalición separatista de izquierda EH Bildu es la segunda fuerza del parlamento regional, por detrás del Partido Nacionalista Vasco (PNV) del presidente Íñigo Urkullu, que no es favorable a promover la secesión.
Hasta abril de 2017, ETA se había resistido al desarme incondicional y a la disolución que le han exigido los gobiernos de Madrid y París, reclamando primero una negociación sobre el futuro de sus integrantes y de sus presos, que quiere acercar al País Vasco.
El gobierno conservador de Mariano Rajoy ha exigido siempre a ETA que pida perdón y se disuelva, al tiempo que ha garantizado que no habrá impunidad por sus crímenes ni «trato de favor» cuando desaparezca.
En esa línea, el ministro Zoido reiteró este jueves que la organización «no va a conseguir nada» cuando deje de existir.
«Aquí lo que tienen que hacer es disolverse, tienen que pedir perdón, tienen que pagar las deudas, tienen que colaborar en el descubrimiento de aquellos casos que todavía están pendientes de resolverse y arrepentirse», declaró a la Cadena SER.