El actor protagoniza "La Chancha", una nueva película que se estrena este jueves desde las 20 en Cine.Ar. Habló en CLG de su rol en el film y de lo que significa hacer cine
Por Mario Luzuriaga
Este jueves a las 20, el canal y la plataforma Cine.Ar estrena «La Chancha», un thriller psicológico dirigido por Franco Verdoia. Esta historia es protagonizada por Esteban Meloni, Gabriel Goity y Gladys Florimonte.
En medio de unas vacaciones familiares, Pablo vive un inesperado reencuentro que actualiza un trauma de su niñez. Confrontado con la ironía de la casualidad, inicia un perturbador retorno a los paisajes de su infancia, arrastrando en su proceso a su compañera Raquel y a su hijo Joáo. Pablo decide permanecer allí, recuperando un vínculo pasado para enmendar un recuerdo que condicionó toda su vida.
CLG dialogó con el actor Esteban Meloni acerca del filme y sobre su carrera.
—¿Fue un desafío interpretar este personaje?
—Fue una invitación del director y guionista Franco Verdoia que me hizo llegar, fui a un bar y lo leí en un ratito. Me pareció un guión que estaba súper bien escrito, muy sólido, con una estructura impecable. El personaje me conmovió, fue una propuesta muy tentadora.
—¿Le pusiste todo tu talento para que el personaje salga a la luz?
—Es un personaje que atraviesa algo muy difícil y en casi «tiempo real», porque transcurre en un día y medio la acción de la película. Se vive la sensación que transcurre en tiempo real y eso es muy difícil en cine porque es muy fragmentado por los tiempos que lleva un rodaje. El desafío estuvo en no adelantar nada de la actuación que sucederá después y eso es lo interesante; es un thriller psicológico y es un género que tiene reglas muy estrictas. Si revelás algo antes de tiempo la tensión desaparece y pasa a ser otra cosa. Eso fue lo que quería el director, que no hubiese drama, sino un thriller, porque para drama está el caso real del que se basa.
—Los puntos más fuertes de la película se enfocan entre vos y el personaje de Gabriel Goity.
—Todo eso transcurre casi seguido, filmamos en Córdoba y filmar la escena en la aerosilla fue muy fuerte. Era muy riesgoso porque teníamos que filmarla en altura. En cine tenemos planos cortos y más abiertos; en los primeros podés «mentir» la altura, pero cuando es en plano general ahí teníamos que hacer la pelea de verdad y que no se vea falsa. No había dobles, somos el Puma (Goity) y yo, y no había una seguridad, era un cable que sostenía una sillita, fue en Los Cocos, Córdoba (risas).
—Fue una escena muy fuerte.
—Era una mezcla de cosas, cosas de Esteban como actor y el miedo que teníamos de estar colgados ahí. La aerosilla es como un péndulo, está agarrada de un solo punto, y sumale a lo que le pasaba el personaje. Entonces todo empieza a conspirar, sumado al cagazo de estar colgado, lo que hay que contar. También está la magia que tiene el director para definir lo que se verá. En una escena tan compleja y dijimos que lo hagamos lo más honesto posible.
—¿Qué es lo que te enamoró del personaje?
—No creo que él sea honesto o justiciero, yo creo que él hace lo que puede, no porque sea deshonesto, sino que no lo puede hablar con su mujer. Es alguien que tiene una herida muy grande y quedó como paralizado. Está totalmente desbordado cuando se encuentra con éste personaje de su pasado, se lo ve descontrolado y hace cosas incoherentes. No es un héroe, es un desastre, hizo lo que pudo en cada momento, reacciona de maneras insólitas. La progresión que tiene mi personaje es lo que más me gustó.
—¿Te apasiona hacer cine?
—Sí, es lo que más me gusta. El teatro es mi casa, pero el cine es una aventura alucinante. Es muy difícil porque es caro, porque está hecho para que todo salga mal, y cuando sale bien parece un milagro. Por supuesto que hay métodos para que salgan las cosas mejor, pero la mayoría de las veces no salen bien. Hace falta un buen guión, plata, en cada área tenés que tener gente idónea; que son tantos engranajes que siempre algo puede fallar. Me parece un desafío y algo muy romántico hacer cine.