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«Estamos mal y vamos peor»: describen un panorama desolador para la industria pyme


Juan José Sisca, referente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), presentó una visión sombría

El secretario Nacional de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), Juan José Sisca, presentó una visión sombría de la situación de la industria pyme en Argentina. En declaraciones a LT9, Sisca señaló que la caída de la actividad en el sector es resultado de «un modelo económico que excluye», en referencia a las políticas del gobierno de Javier Milei.

A pesar de que la industria pyme cayó un 6,6% en septiembre, siendo la menor tasa de descenso en los últimos diez meses, la comparación intermensual desestacionalizada muestra un crecimiento del 3,7%. Sin embargo, Sisca advirtió que este leve repunte no es suficiente para revertir el panorama general.

En su crítica al gobierno de Milei, Sisca destacó que su plan económico, enfocado en lograr el déficit cero, está provocando hambre e indigencia en la población. Subrayó el impacto negativo en el poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones, lo que está afectando directamente a la clase media y, en consecuencia, a las pymes, que dependen del consumo interno.

«Se han perdido 200 mil puestos de trabajo y han cerrado más de 10.000 pymes en Argentina», denunció Sisca, poniendo énfasis en la baja rentabilidad y la caída en las ventas como los principales problemas del sector. Además, mencionó que el uso de la capacidad instalada en muchas empresas ha llegado al 50%, lo que significa que la mitad de las máquinas en estas industrias están inactivas.

Sisca también criticó la decisión del gobierno de derogar medidas como la ley de góndolas y el «compre argentino», afirmando que esto genera un perjuicio directo para las pequeñas y medianas empresas. Para el dirigente de Apyme, el deterioro del mercado interno es una de las consecuencias más preocupantes del actual plan económico.

«Estamos mal y vamos peor», concluyó Sisca, alertando sobre la situación crítica que enfrentan sectores como el metal-mecánico, el alimentario y el de químicos, que están entre los más afectados por la crisis.