Desde el gobierno estadounidense manifestaron que el anuncio de Turquía "aumenta unilateralmente las tensiones en la región y complica deliberadamente la reanudación de las conversaciones cruciales entre nuestros aliados de la OTAN, Grecia y Turquía"
Estados Unidos y Alemania, dos de los principales aliados occidentales de Turquía, le exigieron este martes que retire un barco que volvió a aguas del Mediterráneo en disputa con Grecia, una acción que Washington calificó de «provocación» y que sucedió después de las negociaciones en las que se acordó que el navío se retirara de la zona.
«Exigimos que Turquía cese esta provocación deliberada y comience inmediatamente las conversaciones preliminares con Grecia», informó hoy la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Morgan Ortagus, en un comunicado.
El comunicado se dio a conocer dos días después de que el navío turco de exploración, Oruc Reis, volviera a aguas mediterráneas ricas en petróleo entre la isla griega Creta y Chipre, semanas después de haber salido de la zona en medio de negociaciones.
«El anuncio de Turquía aumenta unilateralmente las tensiones en la región y complica deliberadamente la reanudación de las conversaciones cruciales entre nuestros aliados de la OTAN, Grecia y Turquía», añadió el Gobierno estadounidense.
«La coerción, las amenazas, la intimidación y la actividad militar no resolverán las tensiones en el Mediterráneo oriental», afirmó Ortagus.
Por su parte, el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, expresó su preocupación sobre la situación y manifestó que si el Gobierno de Turquía «está interesado en dialogar, debe terminar ese ciclo de detente y provocación»
«Si hubieran nuevas exploraciones turcas de gas en las áreas que están en mayor controversia en el este del Mediterráneo, sería un serio retroceso para los esfuerzos por destensar» el litigio, dijo Maas, citado por la agencia de noticias AFP.
Entretanto, Grecia se negó a negociar una solución diplomática hasta que el barco se retire, y alertó con denunciar «enfáticamente» la disputa en una reunión del Consejo Europeo que comenzará el jueves.
«No nos sentaremos en la mesa de negociaciones preliminares mientras el Oruc Reis y los barcos militares que lo escoltan no salgan de ahí», dijo hoy el ministro de Estado griego, George Gerapetritis, a una radio local.
Turquía envió en agosto un barco de exploración respaldado por buques de guerra a aguas en disputa, y la maniobra alarmó tanto a Chipre como a Grecia, que llevaron a cabo simulacros militares.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había dicho en septiembre pasado que el retiro del buque era una forma de darle una oportunidad a la diplomacia, pero funcionarios turcos insistieron con que el navío está realizando trabajos de mantenimiento que estaban planeados y volvería a las aguas del este del Mediterráneo para continuar esa tarea.
Turquía reclama su derecho a explotar los ricos yacimientos de hidrocarburos en una zona marítima que Atenas considera bajo su soberanía.
Ambos países tienen un largo pasado de enemistad y a fines de agosto hicieron una demostración de fuerza con declaraciones marciales, maniobras militares y despliegue de diferentes efectivos en la zona.
En septiembre los dos países acordaron reanudar las «conversaciones exploratorias», en fecha aún por determinar.
Tras siglos de dominación, Grecia se independizó del Imperio Otomano, la entidad política de la cual surgió la Turquía moderna, en 1830 luego de una década de guerra.
A su vez, la República de Turquía se formó en 1923 después de una guerra de independencia en la que fue derrotada Grecia, que ocupaba parte de su actual territorio.