En el marco de la destrucción de viviendas utilizadas para la narco criminalidad, los obreros fueron amenazados y no pudieron continuar con su tarea
Con la presencia de medios y funcionarios, el gobierno de Santa Fe se dispuso derribar el segundo búnker de drogas en Rosario, en el marco de la nueva ley de narcomenudeo. Sin embargo, cuando se fueron las luces del anuncio y mientras los obreros seguían trabajando en la destrucción del inmueble de Ayacucho al 4300, una mujer se acercó y amenazó a los trabajadores, por lo que las tareas debieron frenarse.
Con el ministro de Seguridad Pablo Cococcioni como figura, la Casa Gris aplicaba la ley sobre un segundo lugar, tras el derrumbe del primero en Riobamba al 5000.
Al finalizar, el ministro y otros funcionarios se dirigieron a Biedma al 200, donde iban a demoler otro búnker. En Ayacucho al 4300 quedaron los trabajadores y una pareja de policías.
En medio del pleno derribo, una mujer con un bebé en brazos se acercó al lugar y se identificó como allegada al narco Alan Funes, para luego amenazar a los obreros.
Los policías la detuvieron y fue trasladada a una dependencia policial. En las próximas horas será imputada.