Por José Odisio Newell’s transita días complicados. El terreno está inestable, el camino no muestra mejoras inmediatas y la elección del entrenador empieza a ser fundamental. Fallar puede llevar al equipo al abismo, y acertar sería una bendición en tiempos de furia y escasa paciencia. El viernes el hincha se expresó. El enojo se repartió entre jugadores y dirigentes, según el sector de la cancha donde se lo viera. Obviamente el clima tenso no ayuda, aunque tampoco se puede pedir tanta paciencia al hincha, mucho más después de una derrota clásica que dolió más que otras. Ganarle a Patronato calmó un poco la furia. Al menos por un rato. Y lo más importante es que Newell’s recuperó un poco de terreno en la tabla de promedios del torneo que viene, donde la quita de dos puntos lo había puesto otra vez bien en el fondo. Bidoglio piensa en San Martín de Tucumán; los directivos deben hacerlo más allá y elegir bien para los diez partidos que vienen tras el receso. Ahí hay que sacar puntos, aunque el fixture no es amable. Por eso el entrenador elegido tendrá que definirse pronto. Y enseguida iniciar el rearmado del plantel, con refuerzos que lleguen para sumar, sin demoras. El viernes se puede ganar o perder, aunque no estaría mal romper la racha adversa sin ganar de visitante que ya superó el año. Pero el resultado, positivo o no, será anecdótico si no se elige un entrenador que enderece este rumbo incierto.]]>
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Por José Odisio