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Está feliz: Riquelme consiguió su cuarto título como dirigente


El máximo ídolo xeneize, quien asumió como vicepresidente en diciembre de 2019, sigue festejando vueltas olímpicas

Juan Román Riquelme consiguió este domingo en Córdoba su cuarto título desde que asumió como vicepresidente en diciembre de 2019, al vencer su equipo a Tigre por la final de la Copa de la Liga Profesional.

Román, que el 24 de junio cumplirá 42 años, cumplió su gran objetivo de festejar un título más con el club del que es hincha y en donde pasó sus mejores jornadas como jugador.

Hoy festejó al lado del director técnico, Sebastián Battaglia, guerrero junto a él de tantas batallas épicas como futbolistas y de quien se dice que no está en el mejor momento de su relación y que ayer mientras esperaban el vuelo en el aeropuerto para viajar a Córdoba se mostraron para los fotógrafos hablando como si nada.

El tiempo dirá, resultados mediante, en especial el del próximo jueves ante Deportivo Cali en donde depende la continuidad de Boca en la Copa Libertadores, como seguirá el recorrido de ambos.

El «10» fue admirado por todos como futbolista y ahora discutido como dirigente por algunas acciones durante su mandato o declaraciones polémicas a los medios, donde su presencia nunca pasa inadvertida.

El 20 de diciembre de 2019 se puso el traje de encargado del fútbol del club y bajo sus ordenes están cuatro ex compañeros de la era de gloria del «Virrey» Carlos Bianchi como entrenador, Jorge Bermúdez, Raúl Cascini, Marcelo Delgado y el recientemente incluido; Mauricio Serna, que son los que manejan todo lo concerniente a la relación con el cuerpo técnico y el plantel.

Detrás de ellos esta Román, que como antes en la cancha con sus decisiones amagando para un lado y luego buscando una salida para el otro, les indica el camino a seguir.

Desde aquel primer título por la Liga del 2019/2020 el 7 de marzo, antes de la pandemia de coronavirus, con Miguel Ángel Russo como entrenador, pasó mucha agua bajo el puente y varios conflictos fuertes.

La salida de Carlos Tevez, el otro gran «ídolo» del presente, en junio de 2021, los conflictos por distintas cuestiones con otros futbolistas, y también aquella idea de pedirle a los jugadores que bajaran del micro para darles una arenga en el vestuario de la Bombonera luego de perder ante Gimnasia y Esgrima, ante la mirada atónita y el silencio del entrenador Sebastian Battaglia, fueron algunos de ellos.

Y en el medio dos títulos más: la Copa Diego Armando Maradona en San Juan y la Copa Argentina en Santiago del Estero, ambas conquistadas por penales, la primera ante Banfield y la segunda frente a Talleres, de Córdoba.

Tampoco se olvida aquella eliminación contra Atlético Mineiro, empates mediante, por penales, y con dos arbitrajes que perjudicaron a Boca tanto en la Bombonera como en Brasil.

«Boca le ganó al Mineiro las dos veces», decía Román con la misma irreverencia que mostraba en la cancha como futbolista, cuando exhibía y escondía la pelota a sus rivales, impotentes ante tanta «magia».

Esta consagración en Córdoba lo encuentra con la mirada ya puesta en 2023, donde algunos piensan que se puede postular hasta como presidente, y con la cabeza apuntando a tratar de conseguir aquella Copa Libertadores que el siempre dijo cuando estaba afuera del club, que es «lo más importante».