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Está detenido por violar a su hija y su sobrina reveló que también la acosó


La joven de 23 años dijo: "Me decía que me amaba, que era de él"

La joven de 23 años dijo: «Me decía que me amaba, que era de él»

El martes, Daniel G., de 53 años, fue imputado por abusar sexualmente de su hija durante 6 años y le dieron prisión preventiva por 60 días. El caso contra la menor no fue el único. Su sobrina reveló que el hombre la acosó durante su adolescencia y confirmó que hará la denuncia correspondiente.

Antonella, que ahora tiene 23 años, contó en diálogo con Radio 2 que desde los 14 fue víctima de acoso por su tío. Así, detalló: «Eran cosas indirectas que no percibía. No tenía la capacidad emocional ni psicológica. Eran muchas llamadas telefónicas. Me charlaba, me preguntaba de mi vida. A los 15 me puse de novia con un compañerito de la escuela. Me empezó a preguntar si tenía intimidad sexual, como que se iba haciendo cada vez peor y no lo detectaba».

En esa misma línea, aseguró: «Es hermano de mi mamá, mi tío. Nunca pensé que iba a avanzar. Al principio fue indirecto. Cuando se separó de la mamá de la víctima empezó a hacer todo directo. Iba a mi casa a visitar a la familia y cuando mi mamá y papá no estaban venía y me daba un beso en la boca. Ahí me alejé definitivamente de él y su familia». Y continuó: «Yo no quería hablar por miedo a que pasara algo malo, que mi mamá sepa, que mi papá se entere».

Después del distanciamiento, Daniel G. le mandaba mensajes constantemente, según manifestó la víctima. «Me decía que me amaba, que era de él, que dejara a mi novio. Yo pensaba que estaba jugando, no pensaba que podía llegar a algo mayor porque era mi tío», recordó.

«Mi prima empezó a ser abusada el mismo año que me acosaba a mí. Yo me alejé de él y su familia cuando la nena tenía 8 años y empezaba su calvario. Yo no pude detectarlo (al caso de su prima). Si lo hubiese sabido (las violaciones) hubiese hablado antes, porque una persona sufrió porque yo me callé la boca. Siempre me voy a culpar por eso», sostuvo.

Para Antonella, las señales del comportamiento de su tío estaban ahí e incluso hubo algunos miembros de la familia que «detectaron cosas raras». «Dormían en la misma habitación y cerraba con llave. Tenía un afecto preferencial hacia ella, le hacía regalos. Era muy evidente, pero nadie quería creer. El abusador a veces se esconde en una persona ejemplar», especificó.

A su vez, señaló: «Las señales estaban y no las detectaron porque no quisieron. Estaría bueno que las personas mayores den información a los chicos. La educación sexual es muy importante, tienen que informar para que puedan abrirse. Yo tenía miedo de hablar con mi mamá y mi papá. Nunca tuve educación sexual para detectar un caso de abuso, para darme cuenta que las preguntas estaban mal, que el beso en la boca estaba mal. Hay criaturas que lo normalizan porque no están al tanto».

La joven brindó testimonio ante el personal policial de la Comisaría de la Mujer. «Además de contar cómo me enteré de todo, dije lo que pasó conmigo. De esto se habló en la audiencia. Voy a presentar una denuncia para que también se investigue eso. Que pague por lo que hizo», cerró.