Por Mario Luzuriaga
La improvisación no es sólo un recurso en el teatro para poder salir de paso durante una función, sino que es todo un arte y muy pocos son capaces de poder utilizarlo y, sobretodo, para hacer reír.
Este es el caso del grupo cómico rosarino «Esquivando éxitos», que este viernes de Pascua hará reír al público a las 21 en Fauna.
Su característica principal es que, ante cada propuesta del público, no existe un acuerdo previo. Esto implica que los actores deban aceptar las sugerencias de los espectadores haciendo de cada show una creación original y novedosa, en donde se transitan por distintas narrativas. El humor, la ironía y la parodia llegan hasta los límites que la imaginación imponga.
CLG dialogó con Francisco Carignano, uno de los integrantes del grupo cómico.
—¿Qué se va a encontrar el público con «Esquivando éxitos»?
—Se van a encontrar con una alternativa al humor. Lo nuestro es diferente porque hacemos improvisación ante sugerencias que nos va tirando el público. Entonces armamos una escena en base a esos datos y lo hacemos en el momento. Vamos jugando con una serie de reglas que nos imponemos y estructuramos la escena de acuerdo a esas reglas. Nos ponemos a prueba a través de las diversas puestas que hacemos.
—¿Es un verdadero desafío hacer un show en base a la improvisación?
—Desde luego porque al principio cada uno practicaba y lo hacíamos como un taller, y de repente surgió que lo podíamos hacer con un grupo con el que veníamos trabajando hace tiempo. Lo presentamos por nuestra cuenta y se fue estructurando hasta llegar hasta acá.
—¿Crees que es una alternativa a la cantidad de monólogos o stand up que se presentan en la ciudad?
—Nosotros le encontramos ese encanto de poder jugar de cierta manera, y estar creando un humor colectivo. Para nosotros es más importante es congeniar entre nosotros, para poder meter algo gracioso en un armado colectivo. Nos retroalimentamos entre nosotros cada vez que salimos a escena.
—¿Se sienten «bendecidos» a la hora de hacer de la improvisación un espectáculo integral?
—No lo pensamos así (risas). Pero creo que nosotros cuando nos propusimos a armar estos shows, consolidarnos como grupo, empezar a dar una estructura, ponernos un nombre y un logo, nos dimos cuenta que llegamos y hoy estamos acá. Entonces se puede decir que sí, es una bendición de todas formas (risas).
—¿Les pasó alguna vez que costó meter algún tema que propuso el público?
—Si, es mentiroso decir que todo sale perfecto. Nosotros también tenemos una crítica interna y también, a partir de lo que se plasma, tratamos de nuestros conocidos y los que nos van a ver, les preguntamos si hay algo que modificar. Eso nos sirve para corregir, pero a veces sentimos que en determinados contextos tenemos mejores momentos y otros no. Se nota también cuando nos apoyamos colectivamente y podemos sortear lo que sucede, si se hace durante el desarrollo lo podemos modificar más fácil, no así en el arranque.
—¿Se divierten con esa dificultad?
—Si de hecho, nos pasa que al ser muchos y tener diferentes perfiles, usamos el error (de vez en cuando) y podemos lucirlo.