La Asociación Civil Amigos de la Reserva Natural de V. G. G. denunció que en los últimos días industrias de la zona vertieron fluidos contaminantes sobre el arroyo Saladillo. Cesar Massi, miembro de la organización, habló con CLG
Por Matías Gregorio
El arroyo Saladillo nuevamente es blanco de contaminación. En los últimos días, un vertido industrial generó sobre sus aguas, entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez, una inusual espuma y un insoportable olor. La Asociación Civil Amigos de la Reserva Natural de V. G. G. detectó el vertido químico en plena área protegida y denunciará el hecho ante el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia. César Massi, un integrante de la organización, habló con CLG.
Para la Asociación Civil, los fluidos contaminantes se originan en un polígono industrial que hay en Villa Gobernador Gálvez: «Está ubicado entre el arroyo Saladillo, avenida Circunvalación y avenida San Martín. En ese triángulo hay tres o cuatro manzanas de fábricas, entre ellas algunas químicas y frigoríficos. Los vertientes que desechan pasan por abajo de Circunvalación y recorren toda la reserva, tanto la parte dedicada a la conservación como la que tiene uso público, que es el camping de Gálvez y las canchas de fútbol», explicó Massi.
El bosque nativo de cien hectáreas, único en el sur santafesino, fue nombrado reserva hídrica provincial desde 2018 para conservar la biodiversidad del área, afectada por las modificaciones ambientales vinculadas a la actividad agropecuaria e industrial. Allí conviven cientos de especies de animales.
«Es un problema que lleva mucho tiempo. El vertido de afluentes a través del zanjón que nace en el polígono existió siempre, pero ahora se magnificó y hay espuma en todo el trayecto de la reserva. El olor es fuertísimo, como si fuera a huevo podrido, azufre y ácido sulfúrico. Incluso te genera picazón en la nariz», relató Massi.
A no ser por las restricciones que impone la pandemia, la contaminación no sólo afectaría a la reserva sino también a la gran cantidad de personas que pasan por el lugar. «Una parte de los vertidos se infiltra y otra parte sigue su viaje y termina en las aguas del río Paraná», señaló el entrevistado. Según el monitoreo que realizan, los contaminantes llevan varios días siendo desechados en el agua.
En cuanto a los efectos que podría generar en el medioambiente de la zona, mencionó: «El impacto sobre la flora lo vamos a ver a mediano plazo porque las plantas tardan en absorber esta contaminación. En cambio, sí influye directamente sobre los peces y las tortugas del arroyo Saladillo, que encima está con muy poca agua y no tiene capacidad de depurarse».
Los líquidos que llegan desde el polígono industrial no son los únicos, afirmó Massi. «Hoy el arroyo Saladillo está muy castigado, pero esto es algo que excede la contaminación que suele tener siempre. Nunca habíamos visto tal magnitud», remarcó.
Desde la organización ecologista harán una presentación en el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de la provincia, misma medida que tomará la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez. «Ya hay contacto informal con el Ministerio para que tomen cartas en el asunto. Por lo pronto vamos a seguir monitoreando e intentar que con la visibilización del problema esto aminore un poco», cerró Massi.