La comunidad médica internacional alertó que los niños pueden verse muy afectados "desde el aumento de las hospitalizaciones hasta el desarrollo del COVID-19 prolongado"
La infancia también está expuesta seriamente al coronavirus, según alertó la comunidad científica internacional en base a datos estadísticos y también a trágicos hechos concretos como las muertes de niños y bebés.
Los científicos corren literalmente en pos de desentrañar qué pasa en el sistema inmune de los niños que desarrollan casos graves de la enfermedad COVID-19.
«Es muy duro ver sufrir a los niños», confió el médico Paul Offit, experto en enfermedades infecciosas del Hospital Infantil de Filadelfia, en los Estados Unidos.
Desde el aumento de las hospitalizaciones hasta el desarrollo del COVID-19 prolongado, que es el síndrome con diferentes síntomas que puede aparecer después de la fase aguda de la infección, los niños pueden verse muy afectados por el Covid-19, alerta la comunidad médica internacional.
Según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), casi el 26% de las infecciones por Covid-19 registradas en la semana que terminó el 16 de septiembre afectó a niños.
«Después de disminuir a principios del verano, los casos infantiles han aumentado exponencialmente, con más de 925.000 casos en las últimas cuatro semanas», dijo la AAP en un comunicado. .
Uno de los estudios publicados en la revista JCI Insight fue liderado por la científica del Colegio de Medicina Albert Einstein, en Nueva York, Betsy Herold. Descubrió que los niños tienen una inmunidad de las mucosas especialmente fuertes.
Señala que los chicos tienen membranas en las mucosas que actúan como los «muros de piedra» en capas que protegían las ciudades medievales de los invasores. Están formadas por células epiteliales -que también recubren muchos órganos internos- que conviven con las células dendríticas y los macrófagos del sistema inmune, según explicó la doctora Herold.
Las células epiteliales están cubiertas de proteínas que actúan como centinelas. Cuando detectan algo extraño, como un nuevo virus, alertan a las células para que empiecen a liberar unas proteínas llamadas «interferones», que ayudan a coordinar la respuesta inmune del organismo.
Otro hallazgo sobre el COVID-19 en los niños fue publicado recientemente en la revista Nature Biotechnology por el científico Roland Eils y sus colegas del Centro de Salud Digital, que depende del Instituto de Salud de Berlín.
Allí se descubrió que las vías respiratorias superiores de los niños están «preactivadas» para combatir el coronavirus.
Sus vías respiratorias están repletas de las células centinelas, entre los que se encuentran algunos que son excelentes para reconocer el coronavirus.
Esa presencia permite que los niños activen inmediatamente su sistema inmunitario innato, liberando interferones que ayudan a frenar al virus antes de que pueda establecerse, dijo Eils.
Las investigaciones también demuestran que los niños sanos tienen grandes reservas de un tipo de células pacificadoras, llamadas células linfoides innatas, que ayudan a calmar un sistema inmunitario hiperactivo y a reparar los daños en los pulmones, según aclaró el doctor Jeremy Luban, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts.
Según el doctor Eils, los recién nacidos no han vivido lo suficiente como para preparar a su sistema inmunitario frente a las infecciones.