“No hay motivos para ser optimista”, afirmó el subgerente de alerta hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borús
En los últimos dos años se repitió el episodio de bajante del río Paraná. Ahora, los especialistas ratificaron que las perspectivas para este nuevo año tampoco son alentadoras. La situación fue analizada desde el Instituto Nacional del Agua (INA), en conjunto con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), e indicaron que “se podría pensar que el río va a bajar un poco más” en este 2022.
El subgerente de alerta hidrológico del INA, Juan Borús, manifestó que la situación “no tiene vistas de cambio sobre lo que venimos viendo desde marzo del año pasado”.
“Se hizo una reunión mensual en el Servicio Meteorológico Nacional en donde se analizan las tendencias climáticas y no hay motivos para ser optimista”, agregó.
“El nivel de la escala de Corrientes, que es donde entra el río Paraná en territorio argentino es la más baja desde que empezó la bajante. Inclusive deberíamos pensar que va a bajar un poco más de lo que está ahora en todas las escalas a lo largo del río”, afirmó el especialista en diálogo con Radio Nacional.
Partiendo desde la visión del experto del INA, el hecho que el Paraná pueda comenzar a repuntar a mediano plazo “dependerá de donde se dan las lluvias y la frecuencia, de manera que el patrón de precipitaciones sobre la alta cuenca del Paraná, la alta cuenca del Paraguay y la alta cuenca del Iguazú se vaya normalizando”.
“Una vez que eso ocurra hay que esperar que la condición de humedad de suelos en general también vaya normalizándose y a partir de ese momento se podría pensar que los afluentes menores del Paraná aportarán un caudal mayor y va a ir creciendo”, detalló Borús.
Desde que comenzó la bajante el INA se mantiene en permanente contacto con Cancillería y países vecinos que comparten la cuenca del río Paraná.
Durante 2020 y 2021 los embalses de la alta cuenca del Paraná en Brasil tenían reservas con las que se pudo atenuar los efectos de la bajante en tres oportunidades, pero Borús sostuvo que “la persistencia de la sequía es tal que hace que las reservas ya no sean las mismas, están muy bajos los niveles”. Y concluyó: “Al suceder esto tampoco podremos contar con esa ayuda a futuro”.